Ingredientes en cosmética ecológica

Los ingredientes que componen un producto cosmético determinan si estamos ante cosmética convencional, natural u orgánica. En cosmética ecológica hay un número limitado de ingredientes que se pueden utilizar dado que atienden a criterios de salud y medioambientales.

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Ingredientes naturales utilizados en cosmética ecológica

Ingredientes naturales

Los ingredientes naturales son los mayoritarios en un cosmético certificado (>95% del total de ingredientes). Hay distintas clasificaciones según la norma en cuestión, pero en resumidas cuentas, todas se refieren a los siguientes:

Agua: se considera un ingrediente mineral y puede tener diferente origen (potable, de manantial, obtenida por ósmosis, destilada o agua de mar).
Mineral y de origen mineral: colorantes naturales (óxidos de hierro, de dióxido de titanio, de cromo, etc.), sales inorgánicas y minerales de origen natural como arcillas, arena, sal, piedra pómez, etc. Estarán libres de irradiación y nanopartículas y su extracción no debe causar contaminación y/o degradación del paisaje.
Origen vegetal: ingredientes botánicos de producción ecológica y convencional, recolección silvestre, de elaboración propia como maceraciones, extractos, etc. En ningún caso procederán de organismos modificados genéticamente (OMG) ni se tratará de especias protegidas.
Origen animal: cera de abejas, miel, leche de burra, etc. serían algunos de los ingredientes de origen animal que se pueden encontrar en cosmética certificada. Deben proceder de cría ecológica y garantizar el bienestar animal durante la extracción. También, su uso no puede comprometer el equilibrio de los ecosistemas ni la vida del animal.
Origen microbiano: ingredientes procedentes de la fermentación bacteriana (no OMG, no sintéticos). Por ejemplo, el ácido hialurónico del contorno de ojos de Herbera se obtiene utilizando cepas bacterianas en un soporte de proteínas de trigo, seguido por una serie de etapas de purificación.
Origen marino: siguen los mismos criterios que los ingredientes vegetales. Un ejemplo serían las algas y nácar procedente de conchas naturalmente muertas y sólo de cosechas silvestres.

Los ingredientes naturales pueden ser transformados siguiendo métodos físicos (centrifugación, decocción, destilación, maceración, etc.) y/o químicos (hidrólisis, saponificación, hidratación, oxidación/reducción, etc.). En ambos casos, la normativa de la certificadora establece cuáles son los procesos permitidos con el fin de respetar las sustancias activas naturales presentes en los ingredientes y favorecer la buena gestión de los residuos generados en el procesamiento.

Ingredientes ecológicos

En la práctica totalidad de certificaciones, se diferencia entre cosmética natural o ecológica. Para determinar esto, se recurre al cálculo de ingredientes naturales que están certificados como ecológicos.

El agua, los ingredientes de origen microbiano, marino y mineral nunca podrán ser ecológicos. Por tanto, únicamente se podrán certificar como ecológicos los ingredientes vegetales y animales, incluyendo aquellos que hayan sido sometidos a una transformación física u obtenidos por proceso de fermentación siempre y cuando la materia prima sea ecológica.

Sabiendo esto, no es de extrañar que un cosmético pueda ser 100% natural pero contenga un porcentaje inferior de ingredientes ecológicos.

flores de jazmín — El conservante *Benzyl alcohol* se encuentra en el aceite esencial de jazmín.

Ingredientes de origen químico y sintético

El uso de estos ingredientes está muy limitado en cosmética certificada, tanto en cosmética natural como en cosmética ecológica, suponiendo menos del 5% del total de ingredientes aproximadamente. Se permiten siempre y cuando no existan alternativas naturales eficaces y seguras o cuando su obtención suponga un gran esfuerzo técnico que lo imposibilite.

De nuevo, cada certificadora hace una clasificación distinta de este tipo de ingredientes, pero hay una gran coincidencia entre las normativas en cuánto a los ingredientes permitidos de este grupo. Para una mayor comprensión, podemos clasificarlos en dos grupos:

Ingredientes idénticos a los naturales: aunque en su mayoría se sinteticen en el laboratorio, sus estructuras son idénticas a las que se encuentran en la naturaleza. Sería el caso de los conservantes, pigmentos y minerales inorgánicos. Por ejemplo, el conservante ácido salicílico (INCI Salicylic acid) se encuentra en la corteza del sauce de forma natural y se obtiene en el laboratorio con idéntica estructura y función.
Ingredientes derivados de sustancias naturales: en este grupo se encuentran varios ingredientes de diferente origen, químico y sintético.

Conservantes

Algunos cosméticos necesitan incluir conservantes en su formulación para evitar el desarrollo microbiano. Esto ocurre en productos que contienen una gran variedad de compuestos orgánicos e inorgánicos y agua que posibilitan el crecimiento de hongos y bacterias como geles, champús, acondicionadores, mascarillas, etc.

Antes de añadir un conservante, se debe evaluar el riesgo microbiológico del producto cosmético (actividad de agua, pH, tipo de envase, presencia de sustancias hostiles para el crecimiento bacteriano, etc.) y en el caso de necesitarlo, valorar primero si se pueden añadir sustancias antimicrobianas como algunos aceites esenciales, para evitar así su uso siempre que sea posible.

En cosmética convencional, encontramos un gran abanico de conservantes permitidos, como los conocidos parabenes (INCI paraben), el fenoxietanol (INCI phenoxyethanol) y los liberadores de formaldehido (INCI diazolidinyl urea, imidazolidinyl urea, polyoxymethylene urea, quaternium-15…), de demostrado efecto tóxico para la salud humana y ambiental.

Por el contrario, en cosmética certificada se apuesta de forma generalizada por los ácidos orgánicos y sus sales como conservantes cuando es imperante utilizarlos.

En la siguiente tabla, profundizamos sobre ellos y facilitamos la puntuación de EWG, una ONG de gran prestigio que recopila información sobre la seguridad de los ingredientes de cosméticos y cuidado personal. La puntuación se refiere al grado de peligrosidad de la sustancia, que va del 1-10, siendo el 10 la puntuación máxima de peligrosidad. Por tanto, las más seguras y fiables serían las que tienen 1 y 2.

CONSERVANTE	INCI	EN LA NATURALEZA	AUTORIZADO POR	PUNTUACIÓN EWG
Alcohol de benzilo	Benzyl alcohol	Aceite esencial del jazmín	COSMOS, NATRUE, ECOCERT, ICEA, BDIH, SOIL ASSOCIATION, CCPB, ACENE, BIO.INSPECTA	4-6
Ácido benzoico y sus sales	Benzoic acid	Plantas (importante para su metabolismo)	COSMOS, NATRUE, ECOCERT, ICEA, BDIH, SOIL ASSOCIATION, CCPB, ACENE, BIO.INSPECTA	1-3
Ácido salicílico y sus sales	Salicylic acid	Corteza del sauce y otras plantas	COSMOS, NATRUE, ECOCERT, ICEA, BDIH, SOIL ASSOCIATION, ACENE CCPB, BIO.INSPECTA	1-3
Ácido sórbico y sus sales	Sorbic acid	Bayas del serbal y otras frutas	COSMOS, NATRUE, ECOCERT, ICEA, BDIH, SOIL ASSOCIATION, ACENE, CCPB, BIO.INSPECTA	2
Ácido dehidroacético y sus sales	Dehydroacetic acid	Flores de Solandra	COSMOS, NATRUE, ECOCERT, ICEA, BDIH, SOIL ASSOCIATION, ACENE, CCPB, BIO.INSPECTA	1
Ácido propiónico y sus sales	Propionic acid	Fermentación pulpa de madera, quesos, etc.	NATRUE, CCPB	1

Ingredientes derivados de sustancias naturales

En este grupo nos encontramos con ingredientes que se hacen imprescindibles para la formulación de ciertos cosméticos y por tanto se autorizan para un determinado uso al no haber alternativas naturales. Estas sustancias procederán preferiblemente de ingredientes ecológicos y se utilizan las mínimas reacciones físicas y químicas posibles para su obtención:

Hidróxido de sodio o hidróxido de potasio utilizado en la tradicional saponificación (jabón).
Emulsificadores y surfactantes extraídos a través de procesos de hidrólisis, saponificación, esterificación, o transesterificación de grasas, aceites y ceras, lecitinas, lanolinas, monosacáridos, oligosacáridos y polisacáridos, proteínas y lipoproteínas.
Ingredientes funcionales obtenidos mediante procesos químicos en los que se han utilizando solventes petroquímicos de los cuáles no debe quedar rastro en el ingrediente final. Ésteres de glicerilo de ácidos grasos, alquilpoliglucósidos, alquilglucósidos, alquil-betaínas, ácidos grasos y alcoholes. Los solventes petroquímicos utilizados están restringidos evitando los más contaminantes como son los aromáticos, halogenados, a base de nitrógeno o azufre. Este grupo supone menos del 2% del total de ingredientes del producto.

Conclusión

Detrás de cada marca de cosmética natural y ecológica, hay un gran trabajo para certificarse, puesto que deben huir de ingredientes convencionales tóxicos de fácil acceso y económicos y apostar por ingredientes naturales y formulaciones de mayor coste, con la finalidad de ofrecer productos efectivos y en equilibrio con la naturaleza.

Vista la complejidad de ingredientes que se pueden encontrar en cosmética ecológica, os recordamos que:

La mayoría de ingredientes en cosmética certificada proceden de materias primas naturales y ecológicas.
Un cosmético ecológico siempre será un cosmético natural, sin embargo un cosmético natural no será siempre ecológico atendiendo al porcentaje de esa tipología de ingredientes.
En el caso de cosméticos de compleja formulación, es prácticamente imposible no utilizar ingredientes derivados de sustancias naturales. Hay que tener en cuenta que las normas de las certificadoras contemplan que estas transformaciones deben ser seguras para nuestra salud y se utilizan las menos contaminantes siempre. Este tipo de ingredientes de síntesis están en continua revisión en búsqueda de otros más naturales.
En la normativa de cada certificadora hay un listado de ingredientes prohibidos por ser tóxicos para el medio ambiente y para nuestra salud, o bien una lista cerrada de los ingredientes permitidos.
Entender los ingredientes cosméticos es bastante complejo y, por ello, lo mejor es confiar en las certificadores de cosmética ecológica de gran prestigio como COSMOS, NATRUE, CCPB, SOIL ASSOCIATION, BDIH, ECO-CERT, BIO.INSPECTA y ACENE, que han hecho un gran trabajo para ofrecer normas acordes con la filosofía del desarrollo sostenible.