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Dieta del grupo sanguíneo

Nuestro tipo de sangre ¿condiciona el alimento que necesitamos?

El Dr James d’Adamo llegó a la conclusión de que no existe una dieta única y válida para todos, al observar que hay alimentos que a algunas personas les causan reacción, les engordan o provocan enfermedades mientras que el mismo alimento a otras personas les sienta bien.

Relacionó que si la sangre es la fuente principal de nutrición del organismo, diferentes tipos de sangre podían suponer diferentes necesidades. Con sus estudios descubrió una relación entre el grupo sanguíneo y:

  • Necesidades de alimentación
  • Susceptibilidad ante la enfermedad
  • Funcionamiento metabólico
  • Repuesta ante el stress

Concluyó que cada persona está condicionada por su código genético y su tipo de sangre (0, A, B o AB) es nuestra “huella genética”.

¿Por qué tenemos diferentes tipos de sangre?

Glóbulos rojos o hematies en el torrente sanguíneo
Hematíes

Cada grupo sanguíneo surge de la adaptación a las condiciones ambientales que imperaban en el momento de su aparición:

  • El grupo 0 es el más primitivo, surgió hace unos 50.000 años en Africa, era el hombre de Neanderthal, cazador y recolector de raíces y frutos. Su principal combustible era la proteína animal. Debido a la escasez de la caza (por agotamiento de los recursos) y a los cambios climáticos se fueron desplazando hacia Europa y Asia.
  • El grupo A surgió en Asia u Oriente Medio, entre los 25.000 y 15.000 años a.C. como respuesta a las nuevas condiciones: surgimiento de la agricultura, la ganadería y nuevas estructuras sociales.  La adaptación inmunitaria y digestiva a estas condiciones dió lugar al tipo de sangre A, por mutación del grupo 0.
  • El grupo B se desarrolló entre los años 15.000 y 10.000 a.C. en la región del Himalaya, entre las tribus caucásicas y mongoles, también como mutación del grupo 0.
  • El grupo AB es el menos abundante, surge hace 10 ó 12 siglos de la mezcla del A con el B.

¿Sabes por qué no se puede trasfundir sangre de un grupo distinto?

Si tienes sangre del grupo A y te trasfunden sangre del grupo B, se produce una aglutinación mortal de hematíes en tu sangre.

Esto ocurre porque los glóbulos rojos tienen en sus membranas antígenos (una especie de marcadores) que los diferencian como grupo 0, A, B o AB.  Además, una persona del grupo A tiene en la sangre anticuerpos contra el grupo B, la del B contra el A y la del 0 contra el A y el B. El único que no tiene anticuerpos es el AB, por lo que se llama receptor universal. Todo esto sin tener en cuenta el factor Rh (otro marcador de membrana).  Si te ponen sangre de un tipo contra el que tienes anticuerpos, se produce la reacción.

Lectinas y aglutinación

Igual que la sangre reacciona contra sangre de un grupo diferente, también reacciona contra microorganismos o contra proteínas de algunos alimentos llamadas lectinas. Aunque la mayor parte de las lectinas que ingerimos las desechamos, se ha demostrado que una parte pasa a la sangre y nuestro sistema inmune reacciona contra ellas. Se produce una aglutinación alrededor de estas lectinas que repetida a lo largo del tiempo llega a dañar el órgano o tejido donde se produce con más intensidad.

Esta reacción puede ser una de las causas o la causa de daños hepáticos, renales, oculares, diabetes, artritis, alergias, malas digestiones.

¿Qué podemos esperar de la dieta del grupo sanguíneo?

Las personas que siguen este modo de alimentación advierten cambios significativos en su salud en 2-4 semanas. En los procesos más serios y con mayor compromiso inmunológico, pueden ser precisos 6 meses tras eliminar completamente la ingesta del alimento responsable de la reacción. Se regularizan problemas de salud que se daban por crónicos.

No se trata de un tipo de alimentación orientado a la pérdida de peso, pero la optimización en funcionamiento metabólico tiene como consecuencia que la persona se equilibre en su peso real.

Para entendernos, es como si a un coche que necesita gasolina de 98 octanos le ponemos gasolina de menor octanaje: no funciona del todo bien; sin embargo, cuando le ponemos su combustible funciona óptimamente. Del mismo modo ¡y aunque nos disguste! para nuestro organismo no todo vale.

Objeciones a la dieta del grupo sanguíneo

Si bien la medicina oficial no acepta alguno de los argumentos del doctor Peter d’Adamo, tampoco puede explicar muchos de los efectos positivos que objetivamente se observan de la supresión de alimentos indicados. Como en tantas ocasiones, aparece una laguna en la que no todo está todo claro ni todo está dicho.

Nuestro cuerpo tiene una base de funcionamiento químico y el sustrato químico lo obtenemos día a día de la comida que elegimos tomar. En cualquier caso, podemos escuchar la respuesta de nuestro cuerpo al eliminar de la dieta los alimentos que según esta teoría  dificultan nuestro metabolismo.

Recomendaciones según la dieta del grupo sanguíneo

Estas son las líneas básicas de lo que se recomienda para cada grupo sanguíneo:

  • Grupo 0: favorecen su metabolismo con el consumo de carnes (excepto cerdo),  pescado y algas.  Los cereales entorpecen el metabolismo, sobre todo el trigo y cualquiera de los derivados, así como los lácteos. Tampoco son recomendables: maíz, avena, lentejas, naranjas, fresas,  patatas y berenjenas, entre otros.
    Necesitan actividad y ejercicio aeróbico.
  • Grupo A: favorecido por la ingesta de alimentos vegetales, soja y derivados y algunos pescados como bacalao, sardinas, salmón y rape. Toleran el trigo, pero sólo una pequeña cantidad diaria. No deben tomar leche ni derivados, carnes (con la excepción del pollo), garbanzos, patatas, tomates, pimientos, berenjenas y plátanos.
  • Grupo B: favorecido por los lácteos (sobretodo el kéfir), también la carne (excepto cerdo y pollo, siendo éste último muy perjudicial), el pescado y los vegetales en general.  Tampoco deben tomar trigo, tomate, maíz, lentejas, garbanzos y alcachofas, entre otros.
  • Grupo AB: favorecido por la ingesta de cordero, pavo y conejo. No deberían tomar el resto de carnes. También son aconsejables los vegetales en general, la espelta, el pescado, el tofu y las algas. Toleran bien los lácteos fermentados y los quesos menos grasos. Entorpecen su metabolismo: cerdo, pollo, maíz, alubias, garbanzos, alcachofas, pimientos, sésamo, naranja y plátano, entre otros.

Bibliografía

Dr. Peter d’Adamo:  Los grupos sanguíneos y la alimentación.

Dr. Jörg Zittlau:  La dieta del grupo sanguíneo

Anita Hessmann-Kosaris: La dieta según tu grupo sanguíneo

Marta Villén - CONASI - Publicaciones
Marta Villén, Diplomada en Enfermería, máster en Cuidados Paliativos (experiencia laboral 27 años), formada en Nutrición Ayurveda, Cocina Energetica, Quiromasaje, Terapia de Zonas Reflejas y Flores de Bach. Estar en la dirección de contenidos de Conasi desde el año 2005 me ha dado el "máster definitivo" en cocina saludable, materiales y tóxicos en alimentación ;)

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27 comentarios en “Dieta del grupo sanguíneo

  1. En el caso de una persona que nace con un grupo sanguíneo, pero por un transplante de médula osea, cambia su grupo sanguíneo, ¿También cambia el tipo de dieta o se mantiene la original aunque haya cambiado el grupo sanguíneo?

    1. Hola Eli, es una pregunta que realmente no sabemos responderte con total seguridad, tras consultar con el médico y la dietista. En una primera apreciación, hemos creído que se debe hacer la dieta del grupo sanguíneo que en ese momento se expresa, el del donante. La interacción se produce entre la sangre y el alimento (por las lectinas), lo cual produce la reacción adversa. Por lo que sabemos, en esta interacción sólo intervienen las células sanguíneas, así que lo lógico es que haya que adaptarse al grupo actual.

      ¿Puede tener alguna influencia el hecho de que las células sanguíneas originales derivaron de células madres, de las cuales derivaron también las demás células del cuerpo? Esa información común sigue vigente en el cuerpo, en el resto de tejidos. No tenemos información acerca de este tema.

      Pero hay una solución que da seguridad, aunque sea menos fácil: compatibilizar ambos grupos. Es decir, eliminar de la dieta los alimentos que sean perjudiciales para ambos grupos. Posiblemente haya muchos en común y no sea tan difícil. Es como cuando en casa hay personas con dos grupos sanguíneos diferentes, se puede hacer.

      Si consigues una respuesta de un especialista ¡dínoslo!

    2. Es posible eso?? Tengo entendido q para transplante de médula osea es obligado que la sangre sean compatible

      1. Buenas Alain,

        Efectivamente, para el trasplante de médula ósea, debe haber compatibilidad en el grupo sanguíneo. Pero no significa que el donante tenga que ser del mismo grupo sanguíneo. Existen tablas de compatibilidad, por si tienes curiosidad.

        Además, también tiene que haber histocompatibilidad o compatibilidad del HLA (se tienen que comprobar las características de los genes que componen el HLA y tienen que coincidir al menos 3). Y, a causa de este requerimiento, es más complicado encontrar donantes.

        ¡Saludos!

  2. llevo solo 5 dias siguiendo estos consejos alimentarios y me encuentro genial,empece porque queria perder peso pero al combiar la manera de comer he notado una mejoria fisica y emocional que no me creo y solo son 5 dias,he perdido 1,2 kg,pero viendo lo demas eso ahora es lo de menos,dentro de un mes os contare como estoy

  3. Mi hija tiene sobrepeso, Le quiero hacer la dieta para su grupo, que pasa si alguna vez por semana come algun alimento no apto?

    1. Según el médico en nuestro equipo: «El saltarse de tarde en tarde la dieta del GS no es importante salvo que se esté haciendo la dieta para desensibilizar al organismo respecto a ese nutriente en concreto (en este caso por pequeña que sea la cantidad actúa a modo de revacunación y hay que tener presente que el sistema inmunológico precisa por lo general 6 meses para serenarse). También puede resultar importante en caso de obesidad si la cantidad que se ingiere del alimento infractor es elevada, ya que no es sólo una cuestión de calorías si no de alteración secundaria del metabolismo».

  4. Llevo varios meses con esta dieta siendo bastante estricta y estoy mejorando en varias cosas, por ejemplo; en la piel de mi cara y cuero cabelludo. Estoy diagnósticada de rosácea, cuperosis y dermatitis seborreica. La dermatóloga me vio mejor y le conté lo de esta dieta, me dijo que lo miraría, pues no la conocía.
    Estoy mejor de los picores que tenía sin ningún tipo de lesiones, en todo el cuerpo, tenía que tomar comprimidos para la alergia muchas veces.
    Mi intestino funciona mucho mejor, se acabó el estreñimiento. He mejorado de los gases y ha desaparecido el dolor de estómago que no se calmaba con Omeprazol o sea que no era por acidez, sino por intolerancia a algún alimento.
    He bajado de peso aún con el hipotiroidismo que yo creía era lo que me lo impedía, aunque comiera poco.
    Algún alimento me engordaba, creo que era el trigo. Como pan y galletas sin gluten.
    Estoy mejorando de la fibromialgia.
    Os animo a que probéis.

  5. Yo llevo cerca de dos semanas con la dieta del grupo sanguíneo (0). La verdad es que me encuentro mejor física y emocionalmente y he adelgazado, pero no tengo muy claro si esto se debe, entre otras cosas, a que ahora no como fuera prácticamente nunca y a que controlo más lo que como…

  6. Me da la sensación de que últimamente hay mucha gente que sigue diferentes dietas basadas en muchas proteínas y pocos carbohidratos; es decir, muy en general: fuera el pan, la pasta, las patatas… Todas consiguen adelgazar, y bastante. En la dieta del grupo sanguíneo, a los del grupo 0, entre otras muchas cosas, también nos prohíben esto. La cuestión es: ¿por qué en la pirámide alimenticia tradicional se le da tanta importancia a los carbohidratos y en estas dietas (tipo Dukan, paleodieta, la del grupo sanguíneo y a saber cuántas más) prácticamente se suprimen? ¿Cómo puede haber un contraste tan fuerte? Ya tengo claro que se adelgaza mucho si se prescinde de los carbohidratos pero, ¿hasta qué punto es sano?

    1. …buena pregunta. Hay muchas teorías de alimentación y no creemos que ninguna tenga la verdad absoluta. Lo que desde aquí diríamos es que consideramos que hay unanimidad en que se prescinda de los hidratos de carbono refinados o de cargas glucémicas importantes, ni aún a base de frutas. Es decir, procurar evitar picos glucémicos ya que la relación con el aumento de los factores inflamatorios está clara y esto perjudica a todo el mundo. También la tendencia es volver la vista a las grasas y la comprensión de que los desequilibrios en los niveles de colesterol no proceden de ellas, si no de los hidratos de carbono. Algo muy interesante y que esperamos documentar pronto desde este blog.

      1. 5 stars
        He llegado aquí de casualidad 4 años después.

        Pienso que los hidratos de carbono no hay que demonizarlos, si no saber utilizarlos, y que no son ni buenos ni malos, son imprescindibles en una dieta equilibrada. El caso es que hay que tomar hidratos de carbono de comida real, y no de comida procesada, y hay que saber que por ejemplo los hidratos de carbono de las patatas o tubérculos o pastas aportan bastantes más calorías que los de la fruta o verdura, por lo cual, dependiendo de tu objetivo (ganar masa muscular, perder grasa -que no peso-, o mantenerte) y de tu nivel de actividad diaria, se debe de priorizar unos u otros.

        Por supuesto, todo es discutible si alguien tiene una patología o alguna recomendación medica específica para reducir los hidratos por algo en concreto.

        Os dejo un video en el que se habla sobre macro nutrientes, y os recomiendo seguir a este hombre que es un maquina en nutrición y deporte.

  7. Buenas, no le encuentro mucho sentido. soy A+, y se me recomienda no consumir lácteos ni derivados.
    Sin embargo tengo hecho un estudio genético donde se observa que estoy geneticamente apto para el consumo de lactosa.
    Por otra parte, eliminar todos los derivados del lácteo puedo sonar un poco obtuso, ya que el yogurt y algunos quesos tienen cantidades ínfimas de lactosa.

    Que opinas son esto que comento? Muchas gracias

    1. Hola Alvaro,
      Como comentábamos anteriormente hay muchas teorías diferentes y a menudo contrapuestas en alimentación. Te recomendamos que experimentes con un tipo de alimentación sin lácteos durante un tiempo y compruebes cómo te sienta y en base a tu propia experiencia determines que alimentación es más adecuada para ti y si tienes algún problema de salud que consultes a un profesional. A rasgos generales comentarte que los lácteos en general son generadores de mucosidad y pueden crear depósitos de toxinas y generar inflamaciones. Te recomendamos que te leas la serie de artículos de conasi sobre los lácteos, en concreto sobre derivados lácteos: https://www.conasi.eu/blog/consejos-de-salud/derivados-lacteos-el-yogur/

      Saludos

  8. BUENOS DIAS…
    Tengo la siguiente inquietud
    Soy tipo de sangre O positivo y soy vegetariana, bueno hace varios años elimine de mi dieta todo tipo de carnes y hace poco los lácteos y sus derivados… Según la información suministrada una de las fuentes de alimentación para el tipo de sangre O positivo, son las carnes … al ser vegetariana me gustaría me informes como puedo adecuar mi alimentación de acuerdo con mi tipo de sangre …
    Muchas gracias

    1. Buen día Diana,

      Según esta tendencia dietética que apoya la teoría de que estamos condicionados por nuestro tipo de sangre, en tu caso te favorecería comer de vez en cuando proteína animal en forma de carne, pescado y algas. Si tu opción de alimentación es vegetariana, es incompatible con lo que recomienda el dr James d’Adamo según tu grupo sanguíneo. No somos partidarios en creernos las verdades absolutas ya que cada individuo es único y debemos experimentar que es lo que nos sienta mejor. El llegó a la conclusión de que no existe una dieta única y válida para todos y te recomendamos que experimentes si efectivamente, una dieta completamente vegetariana, es la que te sienta bien o si por el contrario, te sientes debilitada o falta de energía. Puedes comenzar por probar a incluir pequeñas dosis de pescado, que es más suave, por ejemplo una vez por semana. En un plazo de un mes puedes valorar qué tal te sienta y decidir que opción tomar. Si por lo contrario, no quieres incluir la proteína animal en tu dieta, por as razones que sean, las algas y un buen aporte equilibrado de proteínas vegetales, como por ejemplo las semillas como el cáñamo, la soja fermentada, la quinoa, el amaranto y las legumbres te aportarán la dosis de proteína que necesitas. Todo esto sin embargo, son recomendaciones generales y no personalizadas, para recibir unas pautas personalizadas deberías acudir a un profesional de la salud. Te recomendamos el siguiente post donde explicamos cómo elaborar un plato equilibrado https://www.conasi.eu/blog/consejos-de-salud/bases-plato-equilibrado/.

      Saludos,

  9. Pingback: Salud y vegetarianismo: cómo llevar una dieta vegetariana equilibrada
  10. 5 stars
    En la página web dice que el grupo AB  surge de la mezcla del A con el B.
    Apartir 15.000 y 10.000 a.c. ya existían los dos grupos A y B, apartir de aquel momento se habría podido producir las mezclas y surgir las personas con el grupo AB.

  11. Hace años que sigo la dieta de comer según mi tipo de sangre. Cuando me salgo mucho tiempo, lo noto claramente. Conozco gente que también la sigue y no quiere por nada salir de ella. Pregunta: sé que hay estudios posteriores a los del Dr. D’adamo y habla sobre otros alimentos que no están incluidos en este libro, podrían ayudarme a encontrar material sobre esto?

    1. Buenas Graciela,

      Además de los otros títulos que recomendamos en el post (La dieta del grupo sanguíneo, de Jord Zittlau, y La dieta según tu grupo sanguíneo, de Anita Hessmann-Kosaris), también te recomendaríamos Alimentación según los 4 grupos sanguíneos, de Jordina Casademunt.

      Esperamos que estos libros te resulten útiles.

      ¡Saludos!

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