Se habla mucho de la tortilla veganacon base de harina de garbanzos, pero no tanto de la tortilla de lentejas rojas, bastante más desconocida. Sin embargo, la lenteja roja es una legumbre muy versátil, perfecta para multitud de masas (crepes, tortitas, falafels, etc.) y, por supuesto, nos va de maravilla para esta tortilla con boniato, champiñones y brócoli.En esta ocasión, utilizamos la propia legumbre activada y luego triturada en la masa con los demás ingredientes. Así, el resultado es mucho más digestivo que si partiésemos de la harina. Además, las lentejas rojas son muy interesantes porque, al no tener piel, ya de por sí resultan mucho más digestivas que otras legumbres. Si se tiene dificultades a la hora de comer legumbres, por gases o hinchazón, las lentejas rojas guisadas, con verduras dulces y especias carminativas, pueden ser una fantástica idea para empezar.
Limpiar las lentejas, escurrirlas y ponerlas a remojo durante 8 horas con agua abundante.
Pelar el boniato, limpiar los champiñones y el brócoli. Cortar el boniato a cuadraditos, laminar los champiñones y partir el brócoli a florecillas.
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, saltear el boniato a fuego medio durante 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Incorporar los champiñones y saltear unos 5 minutos más.
Finalmente, incorporar el brócoli y acabar de cocer, unos 5 minutos más, hasta que las verduras estén tiernas y doradas. Salpimentar y reservar.
Escurrir las lentejas y triturarlas con el agua indicada, una pizca de sal, ras el hanout, bicarbonato sódico y zumo de limón. Mezclar con las verduras en un bol aparte o en el mismo vaso de la batidora donde se han triturado las lentejas.
Volver a calentar la sartén, echar un chorrito de aceite y, con la sartén caliente, echar la mezcla de lentejas y verduras. Bajar a fuego medio-lento y cocinar durante unos 5 minutos, con tapa.
Dar la vuelta con la ayuda de una tapa o plato plano y cocinar por el otro lado unos 5 minutos más, hasta que esté dorado por las dos caras.
Notas
Es preferible bajar el fuego y dejar que se cocine bien por dentro, a fuego bajo, que no dejar muy tostada la superficie y que luego el interior aún esté crudo.