Hacer tus propias mermeladas rápidas de frutas frescas ¡es sencillísimo! La gran diferencia entre estas mermeladas y las tradicionales es que éstas no necesitan cocción y tampoco un exceso de azúcar. De hecho, si la fruta es muy madura, podemos hacerlas perfectamente sin azúcar o añadirle dátiles.Además, al ser crudas, la fruta mantiene todas sus enzimas y sus vitaminas intactas, lo que hace que sea un alimento completo y de fácil asimilación para nuestro cuerpo. Es una manera muy fácil y muy rápida de re-versionar una sencilla pieza de fruta para poder utilizarla y obtener creaciones muy vistosas y apetecibles en nuestros desayunos y snacks como pueden ser pudin de chía, yogures, batidos, galletas saladas o sobre otra fruta fileteada a modo de “tostada” como pueden ser manzanas y peras.A diferencia de las mermeladas tradicionales, éstas hay que consumirlas rápidamente. Por eso la personal blender es ideal, ya que tiene un vaso chiquitito que permite hacer trituraciones muy pequeñas listas para consumir al instante. ¡En un minuto tienes lista tu mermelada! Puedes utilizar este mismo proceso con cualquier fruta de hueso o baya que te apetezca.