El secreto de esta receta es rebozar los trocitos de berenjena en este orden: harina-agua-harina-agua. Hay que terminar en agua, de esta forma se crea una capa impermeabilizada que evita que la berenjena se empape de aceite en su interior. El aceite no salpica, solo hace un pequeño chisporroteo inofensivo.
Escurrimos en un colador y no dejamos empapar sobre papel de cocina porque éste contiene bisfenol A.