La crema de cereales nutre en profundidad y nos aporta energía de larga duración y buena calidad para todo el día. Además, nos ayuda a incorporar los olvidados cereales integrales en nuestra dieta. Es reconstituyente, tiende a calentar el organismo (especialmente si la tomamos caliente y con especias como la canela, el jengibre o la mezcla de especias para porridge) y se considera uno de los desayunos más preciados en alimentación macrobiótica.La receta que os proponemos no contiene gluten y está elaborada con quinoa, amaranto y un toque de harina de arroz integral. Esta selección de cereales la convierte en una versión rápida y sencilla; pero admite múltiples variaciones, con:- arroz integral para una crema muy equilibrada, - avena en grano, para un efecto reconstituyente,- cebada, para depurar,- trigo sarraceno para calentar y tonificar,- mijo para centrar, calmar y relajar...Las posibilidades son infinitas. Sólo tendrás que ajustar los tiempos de cocción a los cereales escogidos y añadir más o menos agua en función del grado de absorción de los mismos.
Si se quiere tomar la crema dulce, se puede añadirmelaza de cereales, amasake o un chorrito de bebida vegetal. También se pueden añadir unas pasas o dátiles junto con el resto de ingredientes al cocinar la crema.