Preparamos los ingredientes: pelar las zanahorias y las cebollas, trocear al gusto y también trocear el tofu.
Se calienta el wok con un poco de aceite. Si no tenemos wok, utilizamos una cazuela o sartén amplios.
Saltear en primer lugar la cebolla, hasta que cambie de color y comience a transparentar. Entonces añadir la zanahoria. Seguir salteando, moviendo continuamente. Debe quedar al dente.
Añadir entonces el tofu y los guisantes y maíz.
De este modo, es un plato con un toque crujiente, de sabor dulce, muy colorido y vibrante.
Añadimos al final la cúrcuma y pimienta (aporta color, sabor y potente efecto antiinflamatorio).
Si queremos salar un poco, salsa de soja o bien una cucharadita de miso diluida en dos cucharadas de agua. Cualquiera de los dos se añaden al final, con el fuego apagado. Nos aportan fermentos beneficiosos para nuestra flora intestinal.
Notas
Hay que saber que el tofu debe cocinarse durante al menos 10 minutos, a no ser que se trate de tofu ahumado. Cualquier alimento ahumado debe evitarse o tomarse sólo ocasionalmente, debido a los benzopirenos que se forman durante el proceso.