Puedes cambiar el tipo de semillas, usar frutos secos, sustituir el calabacín por cualquier otra verdura o la pulpa de hacer algún zumo, usar trigo sarraceno germinado, harina sin gluten, etc. Las posibilidades son infinitas.
Lo ideal es que este pan acompañe una buena ensalada llena de verduras de hoja verde, ya que es un alimento denso y consistente gracias al contenido en grasa que tienen las semillas.