Los germinados son alimentos vivos por naturaleza, pequeñas plantas que se encuentran en su momento de máxima vitalidad.
Para obtener germinados en casa necesitamos dos cosas:
- Semillas de buena calidad aptas para germinar.
- Proporcionarles las condiciones adecuadas para que se inicie el sorprendente proceso de la germinación: humedad y temperatura templada.
La germinación transforma en digeribles y asimilables alimentos que crudos no podemos comer.
Las semillas o las legumbres no pueden ser comidas crudas y sin embargo germinadas no solo se pueden comer sino que se digieren mejor. Incluso una buena práctica es germinar ligeramente las legumbres que vamos a cocinar.
Esto es así porque en el proceso de la germinación todos los nutrientes se transforman, gracias a la activación enzimática: los hidratos de carbono y proteínas se descomponen en cadenas más cortas y más fácilmente digeribles, las grasas se convierten en ácidos grasos más sencillos (todos estos procesos son una predigestión de los nutrientes), las vitaminas aumentan y los minerales se hacen más fácilmente absorbibles.
Las semillas y legumbres, acidificantes por naturaleza, se transforman en alimentos alcalinizantes debido al aumento de la biodisponibilidad de los minerales.
Por lo tanto, se consideran alimentos de primer orden debido a su elevada concentración de nutrientes y su vitalidad, imposible de comparar con ningún otro alimento. Los brotes y germinados son alimentos regeneradores, desintoxicantes y depuradores.
Os invitamos a conocer las propiedades de los germinados y también a aprender a germinar sin problemas.
¡¡Salud para todos!!
Un comentario en “Germinados, la fuerza de la vida”