Traspasar el líquido, colado, a botellas con cierre hermético, dejando 4-5 cm de espacio libre en la boca de la botella.
En este paso se pueden añadir ingredientes adicionales y más azúcar para saborizar la bebida. Por ejemplo: frutas, zumo de frutas, hierbas frescas.
Dejar reposar 1-3 días en un lugar oscuro.
Abrir las botellas cada 1-2 días para comprobar el grado de gasificación y la efervescencia. Es importante tener cuidado al abrir la botella después de la segunda fermentación, nunca abrirla cerca de la cara y no dejar que las abran los niños.
Una vez la bebida está bien efervescente, la llevamos a la nevera donde seguirá el proceso de fermentación, pero más lentamente.
Hay que consumirla en el plazo de pocas semanas, se aconseja en las próximas dos semanas.
Cuanto más tiempo lo dejamos reposar menos dulce es ya que las bacterias y las levaduras van consumiendo los azúcares y más alcohol produce.