Remojar la soja durante una noche. Por la mañana, escurrir este agua y enjuagar con agua abundante las semillas.
A continuación, triturar la soja con 650 ml de agua. Debemos obtener una mezcla homogénea y fina.
Verter la mezcla en una olla que tendremos al fuego con 1.5 litros de agua hirviendo. Esperar a que empiece de nuevo a hervir y bajar el fuego, mantener así durante 45 minutos. (¡Ojo! acuérdate que tienes que remover la mezcla, para que no se pegue).
Pasados los 45 minutos, colar esta mezcla. Para ello, usar una tela quesera y un colador. En el colador quedará la pulpa o okara y en la jarra donde hayamos filtrado, quedará la leche de soja. La pulpa ya no vamos a utilizarla para el tofu, se puede incorporar en otros platos.
Poner de nuevo al fuego la leche. Cuando empiece a hervir, apartarla y añadir el nigari disuelto en media taza de agua caliente. Dejar reposar 10 minutos.
Escurrir de nuevo esta mezcla por el colador con la tela quesera. ¡Ya tenemos la cuajada, la base del tofu! y por otro lado el suero, que podemos utilizar para enriquecer otros platos como las sopas.
Poner un paño de algodón en el molde de tofu y verter la cuajada, ayudándonos con una cuchara. Presionar bien para que no se desmorone el tofu una vez hecho. Envolver la mezcla con el paño que sobresale y cerrar molde.
Para prensar el tofu, debemos poner peso encima del molde, aproximadamente 1 Kg.
¡Ya tenemos nuestro tofu casi listo! Pasados 30 minutos sacarlo del molde con cuidado y ponerlo en un bol durante 5 minutos con agua muy fría. Esto ayudará a que la textura sea más compacta.
Escurrir y secar bien y...voilà! Ya tenemos nuestro tofu listo para hacer cualquier receta rica rica y llena de proteína vegetal ;)