Receta muy sencilla y "resultona". Podéis utilizar las verduras que tengáis disponibles, pero lo que sí es imprescindible para conseguir este aspecto y la textura apetitosamente crujiente es la pasta filo.
Salteamos las verduras, previamente peladas y cortadas en tiras.
Casi al final, añadimos las pasas y piñones.
Os damos dos opciones para intensificar los sabores: flambearlo con un chorrito de coñac o bien aderezar con jugo de jengibre rallado.
Separar las láminas de pasta filo y rellenar en paquetitos, como podéis ver en la foto más abajo.
Untamos los paquetitos con un poco de aceite.
Hornear ligeramente, con cuidado, hasta que estén ligeramente dorados.
Si queréis decorarlo como en la foto 3 utilizad cebollino para hacer el "atadillo".
Notas
Gran parte de la gracia de este plato es su decoración. Podéis usar cualquier vegetal que dé colorido al plato y nosotros, como siempre, hemos puesto unos germinados, en este caso de rábano daikon que además aportan un toque picante al plato.