Suele ocurrir que lo más sencillo es lo mejor. En este caso, el sabor es delicioso, y las propiedades extraordinarias gracias al gingerol y a la curcumina, ambas con propiedades antiinflamatorias y antitumorales, entre otras. No olvidemos la bromelina de la piña, enzima que nos ayuda a la digestión sobre todo de las proteínas.
No puede ser más fácil ¿verdad? Es posible que no dispongáis de cúrcuma en raíz, pero seguro que sí tenéis en cúrcuma en polvo. En este caso ponéis una cucharadita de postre. Puesto que la cúrcuma potencia su efecto si se toma junto con pimienta, podéis poner un toque al zumo o a la comida que le acompañe. También es bueno si la comida que tomáis lleva algo de grasa para la absorción. O si no, tomad té verde, también aumenta la absorción de la cúrcuma.