La frittata italiana es un plato versátil a más no poder, que se elabora con huevos y, como buen plato de aprovechamiento, con aquellos vegetales que tengamos por casa, como en esta suculenta frittata de espinacas. Las hay con mil y una posibilidades, con o sin queso, con acabado al horno o directamente en sartén, y con toda clase de verduras y posibilidades. La que os proponemos en esta ocasión combina las nutritivas espinacas con el untuoso queso de cabra, además de un pesto de pipas de calabaza que culmina el resultado. Utilizamos la cazuela baja de hierro fundido Le Creuset, de manera que podremos saltear las verduras al fuego y rematar el trabajo al horno, favoreciendo un excelente resultado. Disfruta también de otros platos italianos nutritivos como la farinata, la polenta con setas o el castagnaccio.
Para elaborar el pesto, disponer la albahaca, el perejil, el ajo y las pipas de calabaza en el vaso de 600 ml de la batidora Vitamix. Accionar el botón PULSO hasta que las hierbas y pipas queden ligeramente trituradas, pero conserven algo de textura. Añadir la ralladura y el zumo de limón, el parmesano y el aceite de oliva. Salpimentar. Volver a batir brevemente para mezclarlos. Reservar en la nevera.
Precalentar el horno a 180 ºC con ventilador.
Calentar 1 cucharada de aceite de oliva en la cazuela cocotte de hierro fundido esmaltado de Le Creuset. Añadir la cebolla y saltear a fuego medio hasta que ablande (aproximadamente 8 minutos). Añadir las espinacas y rehogarlas durante unos 3 – 4 minutos. Salpimentar y apagar el fuego.
Echar los huevos y el yogur en un bol y batirlos para mezclarlos. Sazonar con orégano, sal y pimienta negra. Añadir el perejil y el eneldo frescos. Verter la mezcla de huevo sobre las verduras. Coronar con queso de cabra desmenuzado.
Hornear durante 25-30 minutos hasta que se dore.
Servir con el pesto de pipas de calabaza y parmesano rallado por encima.