Poner agua a calentar en un
cazo. Mientras, introducir el chocolate en un
recipiente de vidrio, que resista altas temperaturas. Colocar el recipiente (que lleva el chocolate negro dentro) en el cazo donde está el agua calentándose, para que así el chocolate se vaya derritiendo al baño María. En unos 7-10 minutos a fuego medio, el chocolate estará totalmente derretido.