Poner una cucharada sopera de aceite de coco a calentar en una olla alta con tapa y fuego medio - fuerte. El aceite de coco se calienta rápido, ¡hay que estar muy atentos!
Comprobar si el aceite ya está a punto echando uno o dos granos de maíz. Si comienza a chisporrotear, es que ya está. En este momento ya puedes verter la taza con todos los granos, tapar y bajar ligeramente el fuego. Debes escuchar continuamente como se abren los granos, si no es señal de que el fuego está demasiado bajo.
Mientras las palomitas se están haciendo, es el momento perfecto para preparar la salsa. Es muy sencilla. En un cazo pequeño y a fuego medio, añadir todos los ingredientes y con una espátula remover lentamente hasta que se hayan disuelto e integrado formando una salsa con textura líquida, suave y untuosa.
Cuando las palomitas golpean fuertemente la tapa, casi abriéndola... Eso nos quiere decir que ya están listas. Las servimos en un bol grande y vertemos la salsa al instante sin parar de remover.
¡Disfrutar en familia con una buena peli!