Nos gustan las tortillas. Probablemente, la tortilla de patatas se pueda alzar como uno de los platos nacionales por excelencia, junto con la paella, el gazpacho y los pinchos, entre otros. Pero en esta ocasión no vamos a preparar ningún clásico, sino que vamos a rescatar el estilo de la tradicional tortilla española para inspirarnos en una receta totalmente distinta: una tortilla de boniato, con feta y tomates secos, que te sorprenderá por el toque umami que realza los matices dulces del boniato. Ármate con una buena sartén de acero inoxidable y piérdele el miedo a que se te enganche la tortilla, siguiendo los pasos básicos para una buena curación y preparando la sartén con el efecto Leindenfrost, que explicamos detalladamente en la descripción de la sartén.
Pelar el boniato y cortarlo a cuadraditos. Colocarlo en una fuente y asarlo con un chorrito de aceite de oliva al horno durante unos 30 minutos a 180 ºC. También puedes hacerlo en el microondas con un estuche de vapor durante unos 15 minutos.
Batir los huevos en un bol, junto con la levadura nutricional, las especias y la sal.
Añadir el boniato, el queso feta desmigado y los tomates secos a trocitos. Aplastar el boniato ligeramente con un tenedor o con una prensa para purés.
Calendar la sartén de acero inoxidable al fuego. Se tendría que asegurar de cumplir el efecto "leidenfrost".
Verter la mezcla en la sartén y dejar cocinar durante aproximadamente 5-7 minutos a fuego medio. Darle la vuelta a la tortilla. Terminar la cocción durante otros 5 - 7, dependiendo de lo cuajada que se quiera la tortilla.