Reminiscente de los chutneys, o chutnees, originarios de la India (en hindi: chatni) podemos elaborar esta receta de manera intercambiable con el clásico Mango Chutney. La combinación de fruta tropical con especias aromáticas que protagonizan en los currys seguramente os transportarán a Oriente, ¡sin salir de vuestras cocinas!
Cortar el tallo y la punta del chile. Invirtiéndolo para que la punta esté hacia abajo, lo rodamos entre las manos hasta que se caigan las semillas. Picar el chile finamente y deshechar las semillas ¡a no ser que las queramos incorporar para hacer un chutney más picante!
Colocar todos los ingredientes en una olla grande y llevarlos al punto de ebullición, removiendo.
Bajar el fuego y cocer lentamente durante 20-30 minutos hasta que la piña se quede blanda y la mezcla se vuelva espesa.
Entretanto, esterilizamos los frascos*.
Para comprobar la consistencia del chutney, hacemos un surco con la cuchara, que deje ver la base de la olla. Si el surco se llena enseguida, significa que el chutney está muy líquido todavía y faltarán unos 10 minutos más. Cuando la mezcla esté más espesa y el surco no se rellene, el chutney estará listo.
Quitar la olla del fuego y apartar mientras organizamos los frascos. Verter la mezcla en los frascos esterilizados y los sellamos.
Guardar los frascos una vez que se hayan enfriado en un lugar seco y fresco durante 2 meses antes de consumir. Una vez abierto, se debe consumir el chutney en unas 3-4 semanas.
Notas
Para esterilizar los frascos, os recomendamos el post Elaborando conservas caseras. Si queréis saber más sobre conservas caseras en vinagre, os invitamos a leer este post.