Si pensamos en dulces tradicionales navideños, probablemente nos vengan a la cabeza polvorones, mazapanes, galletas especiadas, panettones y roscones. Sin embargo, el primer dulce en el que pensamos, antes incluso de todos los mencionados, es el turrón. Y de entre ellos, el turrón de Jijona o turrón blando se alza como uno de los protagonistas del panorama peninsular, junto con el turrón duro o de Alicante. El turrón de Jijona o turrón blando, originario de Alicante (en particular de la población de Xixona, de ahí su nombre), se prepara tradicionalmente con almendras, miel, clara de huevo y azúcar. Nuestra receta es una versión más saludable (ya que lleva una proporción menor de endulzante), vegana y libre de azúcares refinados. En Conasi nos encanta celebrar la Navidad con los mejores ingredientes y utensilios. Para tus turrones caseros, te proponemos los moldes Ibili para tal uso, tanto el de acero inoxidable que hemos usado en esta receta como el de silicona platino, optimizado para turrones de chocolate.
En una sartén grande, tostar las almendras, a fuego medio-lento, removiendo de vez en cuando, hasta que estén aromáticas y ligeramente doradas. Tomará unos 10 minutos. Retirar del fuego.
En una batidora de vaso tipo Vitamix o procesador de alimentos, introducir las almendras tostadas y triturarlas hasta obtener almendra en polvo. *
En una olla pequeña, calentar la melaza a fuego medio, junto con el azúcar de coco, la canela, la sal y la ralladura de limón. Mezclar bien y dejar que se caliente durante 1 minuto, sólo para que coja temperatura y se integren bien los elementos.
Apagar el fuego, añadir las almendras molidas y mezclar bien, con la ayuda de una espátula.
Forrar el molde con papel de horno sin blanquear, disponer la mezcla en el molde, cubrir con una tira de papel de horno y apretar bien para que quede extendido uniformemente. Colocar un peso encima (un brick o un libro funcionan bien) y dejar reposar durante unos 30 minutos a temperatura ambiente, hasta que el turrón pierda el calor.
Llevar a la nevera y dejar que repose durante 24 horas, para que se asienten las grasas de las almendras y el turrón adquiera su consistencia definitiva. Se conserva perfectamente durante un par de semanas en el frigorífico.
Servir a cuadraditos, con una taza de té o infusión, como postre o merienda de Navidad; o tomar a modo de barrita energética previa a algún entreno navideño.
Notas
* Se pueden triturar más o menos las almendras, en función de la textura deseada.