Inspirado por la salsa satay, te presentamos un paté agridulce a base de cacahuetes que recuerda a los sabores de Oriente. Tradicionalmente, la salsa saté o satay se utiliza para mojar pinchos de carnes, o para adobar la carne y pescado en las cocinas de China, Malasia e Indonesia. Con esta receta conseguirás una consistencia más espesa ideal para untar en panecillos o disfrutar con verduras crudas. ¡Invita a unos amigos a un rico "picoteo" con este paté original y picante!
Dejar los cacahuetes en remojo en un bol de 30 minutos a 1 hora, esto se hace para que se ablanden.
Tras dejarlos en remojo escurrir el agua y secar los cacahuetes ligeramente con un paño o papel de cocina.
Picar con un "cuchillo" afilado muy finamente la cebolla, el chile y el diente de ajo.
Calentar 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén, y sofreír la cebolla, el chili y el ajo unos 3 minutos.
Quitar la sartén del fuego y dejar enfriar. Después triturar todos los ingredientes conjuntamente en una batidora. Para homogeneizar los ingredientes aumentar la velocidad gradualmente hasta conseguir una consistencia espesa y cremosa.
Añadir más leche de coco si el paté queda seco o demasiado picante.