Tras mostraros el yogur de avena ligero perfecto para acompañar con fruta, miel o mermelada, hoy os traemos una versión más densa y cremosa: yogur casero de avena y coco.Este yogur tiene la suavidad de la avena y el toque denso y sabroso aportado por el coco. Para gelatinizar y reforzar la textura cremosa, hemos utilizado agaranta, una mezcla de agar-agar y arrurruz.Y por último, el valioso fermento de yogur búlgaro con bífidus de bacterias puras al 100% procedentes de fuentes naturales, uno de los fermentos de Génesis recomendados para restablecer el equilibrio de la flora intestinal.Como resultado, obtenemos un yogur vegano y probiótico con cuerpo propio sin necesidad de añadirle ningún ingrediente adicional para disfrutarlo, ¡porque cuidarse bien es un placer!
Para elaborar la leche de avena y coco, calentar el agua a unos 80 ºC y triturar en la Vitamix o la Veganmilker los copos junto con el agua, el endulzante y el agaranta. Si la elaboramos en la Veganmilker ya sale directamente filtrada.
Calentar la leche de avena y hervir a fuego bajo para disolver el espesante durante 2-5 minutos removiendo constantemente con un batidor de varillas.
Dejar enfriar la leche hasta alcanzar la temperatura adecuada al fermento que vayamos a utilizar, en este caso entre 38-40 ºC.
Disolver el fermento en una tacita de la leche a parte y añadir al resto, remover bien con un utensilio no metálico.
Dejar reposar en la yogurtera, fermentadora o deshidratadora a 38-40ºC durante unas 8-10 h o hasta que ha adquirido el punto de fermentación deseado (a veces ocurre al cabo de menos horas).
Una vez ha fermentado es recomendable dejarlo reposar en la nevera unas cuantas horas más, si queremos que gane en consistencia y acidez (8-12h).
Antes de consumir remover bien para conseguir una textura cremosa o no remover si preferimos una textura cuajada.