En primer lugar, tenemos que asegurarnos de que la
levadura madre que hemos fermentado en casa esté activa. La mejor manera es alimentarla una o dos horas antes de preparar el pan, tal y como indicamos en la
receta de la masa madre: “Alimentamos” con ½ taza de harina más y ¼ taza de agua. Mezclamos bien y tapamos”. Una levadura activa fermenta con burbujas y tiene un aroma sutilmente ácido y dulce a la vez.