Porque hacer algo uno mismo con cariño para simplemente compartirlo es uno de los mejores gestos de amor, te traemos la versión saludable, sin gluten y vegana del postre clásico de San Valentín: Tarta Red Velvet.La tarta Red Velvet o tarta de terciopelo rojo es muy llamativa por su frosting o glaseado y por su colorido interior. En la versión clásica, la capa externa se hace con mantequilla, azúcar y queso crema, que hemos sustituido para hacer nuestra versión saludable por crema de coco, sirope de ágave y harina sin gluten. Y para darle color, en ambas versiones, se utiliza jugo de remolacha, de granada o de fresas o también, remolacha en polvo, remolacha latte o colorante.Esperamos que esta versión os encante a ti y a la persona con la que has decidido compartir este manjar ¡que viva el amor que es el motor que mueve el mundo!
En un cuenco grande batir el aceite con la stevia y la ralladura de limón hasta que quede todo bien integrado.
Tamizar la harina con la levadura y añadir a la mezcla anterior en dos tandas, sin dejar de remover, hasta que integre por completo.
Por último, añadir la bebida vegetal con el zumo de remolacha, también en dos tandas hasta que tengamos una masa homogénea y ligera. Si se utiliza remolacha en polvo, remolacha latte o colorante, añadir 25 ml de leche más y echar cantidad al gusto, mezclar hasta que toda la masa quede teñida de rojo.
Preparar un molde de 20 cm de diámetro y verter la masa.
Hornear a 180 ºC durante 50 minutos o hasta que al pinchar con un palito metálico éste salga limpio.
Retirar del horno, y pasados 10 minutos desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla metálica.
Elaboración del frosting
Calentar ¾ de la crema de coco a fuego lento. El resto se mezcla con la harina de maíz o de avena hasta que se disuelva por completo.
Añadir a la crema de coco caliente junto con el sirope de agave y remover con unas varillas metálicas hasta que todo quede bien homogéneo y sin grumos. Dejar enfriar a temperatura ambiente.
Una vez frío el bizcocho y el frosting, con cuidado cortar el copete que le habrá salido al hornear y rebanar por la mitad.
Añadir una parte de la crema de coco sobre una de las mitades y cubrir con la otra. Repartir el resto de frosting por la superficie y por los lados y dejar enfriar en la nevera hasta el momento de servir.