Receta de muffins de calabaza y pepitas de chocolate
Autora: Sonia Aguado
Estos muffins de calabaza y chocolate te arrancarán una sonrisa, porque la combinación de sus ingredientes no puede ser más acertada. ¡Enamorados estamos del maridaje calabaza + chocolate! Si aún no lo has probado, ésta es una fantástica ocasión: una propuesta vegana muy otoñal, perfecta para un desayuno especial, brunch o merienda de temporada, y que se elabora fácilmente con los moldes de silicona Lurch. Estas magdalenas con pepitas de chocolate resultan aromáticas, gracias a la mezcla de especias pumpkin spice, consistentes y esponjosas a la vez. La calabaza aporta textura, cremosidad y un extra de humedad. Un recurso ideal para sacarle provecho a esta verdura de temporada tan versátil, que tanto se puede usar en recetas dulces (inspírate con nuestro flan vegano de calabaza, la tarta vegana o las natillas con migas) como saladas (en risottos, calabaza rellena ohummus).
Precalentar el horno a 180 °C, con calor arriba y abajo.
En un bol, mezclar la harina con la levadura y las especias, con la ayuda de unas varillas, y reservar.
En otro bol mezclar el puré de calabaza, la bebida vegetal, el eritritol y el azúcar, remover bien con una espátula y agregar la mezcla al bol anterior de ingredientes secos. Incorporar todos los ingredientes.
Añadir las pepitas de cacao y mezclar todo bien.
Poner las cápsulas de papel en el molde de silicona para muffins, repartir la mezcla en cada hueco con la ayuda de una cuchara y espolvorear por encima unas pepitas y semillas de sésamo al gusto.
Hornear durante unos 30 minutos, hasta que estén cocidos.
El topping de semillas de sésamo se podría sustituir por nueces pecanas o avellanas picadas. Estos muffins de calabaza se pueden comer templados, mojados en un vaso de bebida vegetal, o acompañados con un café filtrado ecológico, por ejemplo. Como guarnición, se pueden servir con fruta fresca, alguna compota o mermelada casera. Para su conservación, aguantan en la nevera hasta 4 días, en un recipiente hermético. También pueden congelarse y descongelar a medida que se quieran consumir.