Introducir en el horno la calabaza entera, sin pelar y sin cortar, durante 50 minutos a 180ºC.

Por otro lado, triturar los garbanzos con la bebida vegetal, hasta que quede un puré suave, sin grumos. Pasar el puré a un cuenco o bol grande.

Añadir la harina de garbanzos, canela, vinagre, bicarbonato y la pizca de sal. Mezclar muy bien con ayuda de una cuchara o espátula ya que la masa al ser húmeda se pega en las manos.

Cuando la calabaza ya esté asada, sacar del horno y dejar que se atempere. Cortar un trozo grande, retirar la piel con las manos, trocear a cubitos y añadir a la masa. Mezclar todo muy bien.

Darle forma a los panecillos con la ayuda de una cuchara. Colocar los bollitos sobre un trozo de papel de horno que tenga el tamaño de la vaporera a utilizar.

Introducir el papel de hornear con los panecillos en la vaporera u olla de vapor.

En una cacerola, poner agua a calentar y, cuando alcance el punto de ebullición, colocar la vaporera con los bollitos dentro, bajar a fuego medio, tapar y dejar cocinar durante 20-30 minutos.

Si al tocarlos no se queda pegada la masa al dedo, estarán listos. En caso contrario, dejar al vapor durante un rato más.

Una vez cocinados, poner los bollitos sobre una rejilla, para que vayan enfriando y se sequen un poco, para que les quede una suave corteza.

Una vez atemperados, ya se pueden consumir. En el frigorífico se conservan perfectamente hasta 1 semana.