Elegimos Maná por tratarse de una calidad de pistachos inmejorable, procedente de una empresa familiar de Castilla La Mancha que cultiva y comercializa pistachos con gran cuidado, mimo y amor. Han aunado el conocimiento del cultivo tradicional con las nuevas tendencias en la agricultura y teniendo en cuenta todos los detalles, para que el pistacho que llegue al consumidor sea un producto único y de gran calidad. La mayor parte de su producción se vende evitando intermediación y en envase a granel, para minimizar el impacto medioambiental.
La empresa la conforma un equipo humano entusiasmado, que trabaja desde la conciencia, por ejemplo en instalaciones basadas en el Feng Shui, teniendo en cuenta los colores, la música, muebles, etc., y dinamizando sus productos antes de que lleguen a nosotros. De esta forma, se trabaja en un ambiente de equilibrio y armonía, que impregna sus productos.