¿Por qué utilizar moldes para hacer helados?
Utilizar los moldes de helados en casa, te permite hacer helados con 100% ingredientes ecológicos, de carácter vegano y con un porcentaje muy reducido de grasas saturadas trans, responsables del aumento incipiente de enfermedades cardiovasculares. Además, es una forma de hacer helados saludables más atractivos para los niños.
La mayoría de los helados industriales contienen grasas de origen animal (leche, queso, nata, manteca, etc.) que son añadidas para mejorar su textura y que en exceso también pueden incrementar los niveles de colesterol.
Las grasas de origen animal pueden ser sustituidas perfectamente por grasas de origen vegetal y conseguir igualmente helados cremosos, además de proporcionar un fundido en boca más instantáneo, ya que las grasas vegetales presentan una temperatura de fusión mucho menor que las grasas animales.
Aprender a hacer helados con los moldes de helados evita también, el riesgo de consumir grasas vegetales que puedan estar hidrogenadas y comportarse como grasas saturadas trans en el organismo.
Además, los moldes para hacer helados facilitan la preparación de helados más saludables que están basados en ingredientes naturales de calidad, con un mayor valor nutricional, sin aire, sin grasas saturadas ni azúcares refinados, con un color suave, y, también, con diferentes texturas, siempre más densas que la de los helados industriales por su menor contenido en agua (sorbetes, granizados), con todos los sabores naturales sin resultar empalagosos (frutas, café, frutos secos, especias), y con distintas presentaciones (tartas heladas, polos).
Con la elaboración de helados saludables con los moldes para hacer helados entra también en juego la posibilidad de evitar la utilización y el consumo de un amplio abanico de aditivos, la gran mayoría de ellos sintéticos, que en grandes dosis pueden provocar efectos adversos sobre la salud.
Por ejemplo, los helados ultraprocesados o industriales están cargados de aromas, colorantes y saborizantes artificiales, ampliamente utilizados para realzar su sabor y su color sin aportan ningún tipo de nutriente al helado.
Además, se utilizan aditivos emulsionantes para favorecer la dispersión de las grasas en el helado (por ejemplo, lecitina de yema, lecitina de soja, glicerina, polisorbato, caseinato sódico, caseinato cálcico, etc.) y también se usan aditivos estabilizantes para mejorar la textura del helado, que este resulte suave, cremoso, sin cristalizados y que no se derrita tan rápidamente (alginatos, carragenatos, gelatina, etc.).