Entrevista a Nuria Roura sobre la superación de la anorexia nerviosa
Conasi: Hola Nuria, eres muy conocida en nuestro blog por tus aportaciones sobre salud y alimentación. Ahora nos acercamos más profundamente a ti, desde la perspectiva de la salud y la alimentación enlazada con desequilibrios emocionales. Nos interesa tu punto de vista porque entendemos que todos nos relacionamos con la alimentación desde las emociones, aunque sólo lo percibamos como patológico en los casos en que se manifiesta alguna enfermedad. Desde tu experiencia personal, como persona que ha vivido la anorexia y también que trata a personas con desórdenes alimenticios ¿por qué se desencadena la anorexia nerviosa?
Nuria Roura: Somos seres espirituales, de manera que este desorden, que yo en lugar de verlo como una enfermedad lo veo como un síntoma, es una señal de que la persona ha olvidado aquello que es: amor, esencia, energía divina y un ser perfecto solo por el hecho de formar parte del todo.
Detrás de este síntoma hay dolor, culpa, vergüenza, miedo a sufrir / a vivir / a sentir / a brillar / a fracasar, la creencia de que no se merecen algo mejor y que nunca son suficientes, incapacidad para digerir la realidad, dificultades para madurar y evolucionar, desconexión con el ser y con el todo y, también, una zona de confort en la que la persona saca un beneficio: no tener que enfrentarse cara a cara con sus miedos, sus heridas, su dolor más profundo y a hacer el trabajo de crecimiento personal que supone conectar con su verdadera esencia. Así que si te fijas, estas personas viven apegadas a creencias destructivas, pensamientos limitantes y memorias del pasado que no se ven capaces de soltar porque hacerlo va a suponer una caída de sus corazas y sus máscaras, a mostrarse vulnerables y a tener que construir una nueva manera de vivir tan diferente que tienen mucho miedo porque es totalmente desconocido para ellas.
Yo veo el síntoma también como una oportunidad y un enorme catalizador para una transformación espiritual tan profunda e increíblemente mágica y bonita que cuando estás antes de cruzar el puente sientes que te viene grande y que no vas a poder lidiar con todo ello. Es todo muy inconsciente y esto lo dificulta aún más.
Además, al no comer y no estar bien nutrido a nivel físico pero tampoco a nivel psicoemocional es muy difícil que puedas tener la fuerza y la energía para enfrentarte a esta gran transformación que va a requerir de ti muchas ganas y esfuerzo.
Entonces, volviendo a cómo se desencadena, pues a raíz de experiencias vividas en la persona que hacen que se desconecte del amor y empiece a vivir desde el miedo, la inseguridad, la falta de autoestima, las creencias limitantes, los pensamientos autodestructivos, los registros psicológicos de lo duro que es el dolor y el sufrimiento y querer evitarlo de cualquier manera, etc.
C: Con estas emociones (síntomas?) que describes ¿hay personas que pueden manifestar otro tipo de enfermedades o desequilibrios?
N.R: Sí, por supuesto. La anorexia tiene los mismos patrones que una adicción (adicción a no comer), de manera que la persona puede experienciar también el abuso de drogas, laxantes, tranquilizantes o alcohol y en otro momento de su vida a comer de manera compulsiva. También va acompañado o se ve en diferentes etapas de la depresión, ansiedad, ataques de pánico, dependencia emocional, intentos de suicidio, fobias y maneras obsesivas y compulsivas de relacionarse.
C: ¿Se puede salir de la anorexia nerviosa sin ayuda externa? ¿qué recomiendas?
N.R: No. Yo recomiendo siempre ponerse en manos de un psicólogo con una visión humanista y holística que te de la mano en todo el proceso porque es algo muy largo y complicado. Además, recomiendo que se haga un trabajo de autoconocimiento y de desarrollo viendo vídeos y leyendo libros enfocados al desarrollo espiritual, ya sea de técnicas como el ho’oponopono, la meditación, el mindfulness o el silencio. La idea es que la persona entienda que lo que tiene que hacer es empezar a andar un camino de evolución de su conciencia y de despertar de su ser espiritual para así vivir en el presente, soltar, perdonar, aceptar, agradecer y vivir en paz.
C: ¿Cómo se sabe que una persona se ha curado la anorexia? ¿Hay riesgo de recaídas?
N.R: No hay posible recaída en la transformación real de la que te hablo, de la espiritual. Lo que hay en el proceso de llegar allí son resistencias y miedos en momentos clave de la vida de la persona en la que hay experiencias que le vienen a poner al descubierto si realmente ha hecho la transformación profunda o sólo se había quedado en la superficie. Si esto ocurre la persona tiene que saber que de nuevo es sólo un síntoma de un despertar espiritual al que tiene que atender.
C: ¿Qué le diría la Nuria de hoy a la Nuria de hace unos años, cuando vivía la anorexia?
N.R: No le diría nada; no intervendría. Dejaría que viviera todo lo que tenía que vivir porque agradezco todas y cada una de las experiencias que he vivido en mi vida. Siento un profundo agradecimiento a la anorexia y no cambiaría por nada del mundo lo que he vivido. Era mi camino de despertar y evolución y siento felicidad, emoción y gratitud al recordarlo todo. Es precioso haber vivido algo así y me siento una gran afortunada de experimentar que las transformaciones profundas ocurren. Siento que la vida me regaló una segunda oportunidad y ahora me siento fuerte, alegre y feliz porque conozco el dolor y cómo salir de él en cualquier momento que venga.
C: ¿Cómo es tu actual relación con la comida? ¿qué significa la comida para ti actualmente?
N.R: Para mi la comida es uno de los actos de amor más bonitos que existen. Comer es una manifestación de mi enamoramiento interior, del sí a la vida que siento y una oportunidad de nutrirme en todos los sentidos. Ver el plato de comida se ha convertido en un momento de explosión de alegría y de disfrute. Como pausada, miro mi plato mientras agradezco interiormente el hecho de haber encontrado una manera de comer que es a la vez tan saludable y tan placentera, y he aprendido a ser flexible con lo que como y a hacerlo de manera intuitiva según me apetece en cada momento. Comer se ha convertido en un reflejo de cómo me siento actualmente: libre.
C: ¿Cómo deben tratar a una persona con anorexia los familiares y amigos que conviven con ella?
N.R: Con amor, más amor y más amor. Y también con mucha confianza, amabilidad, compasión y fe de que la persona va a encontrar su camino de sanación. Y, sobre todo, dejar de poner la atención a la comida porque eso es sólo el síntoma visible de lo que ocurre realmente. Normalmente la persona que sufre anorexia está manifestando cosas que ocurren a nivel familiar, así que algo muy interesante sería que cada miembro de la familia mire también hacia dentro y haga un trabajo de desarrollo personal y espiritual.
C: ¿Se podría decir que hay diferentes niveles de comprensión en la anorexia? Es decir, ¿se podría decir que la anorexia nos da diferentes mensajes a nivel físico, mental, emocional y a nivel espiritual?
N.R: Sí, totalmente. Por eso mismo es tan complejo que se pueda tratar desde un punto de vista simplemente conductual o generalizado. Detrás de cada persona que tenga este síntoma hay una historia personal única que necesita ser tratada con el máximo cariño, amor, paciencia y comprensión. Hay profesionales que sólo se quedan en el físico a la hora de tratar a una persona con anorexia y otros intentan ir a explorar qué ocurre a nivel psicoemocional; pero ¿por qué casi todos se olvidan del nivel espiritual si somos seres espirituales? Hay que abrir la mente con estos temas, empezar a cuestionarse cómo se han abordado hasta ahora y darle un nuevo enfoque.
C: ¿Cómo se interpreta la anorexia desde el punto de vista astrológico?
N.R: Todo lo que nos ocurre se puede explicar a nivel astrológico y, por lo tanto, sin duda la anorexia se puede ver con la interpretación de la carta natal. A todos no nos ocurren o nos pueden ocurrir las mismas cosas; cada uno somos diferentes, así que a nivel astrológico hay personas que tenemos ciertas posiciones y aspectos de planetas que explican conflictos internos como pueden verse con la comida.
C: ¿Qué ha supuesto la anorexia en tu vida?
N.R: Es lo mejor que me ha pasado para que yo aprendiera a vivir libre, conectada con mi esencia y sin miedo. Estoy muy feliz y agradecida de todos los aprendizajes que hice durante toda la etapa de sufrimiento y en la de transformación porque es algo que ya no se irá nunca más, ahora tengo herramientas para saber gestionarme y disfruto más de cualquier cosa que me ocurre porque la valoro mucho más.
C: Gracias Nuria, muchas gracias por tus palabras, que creo que pueden aportar mucha luz a personas que estén afrontando una etapa difícil, como la que tu afrontaste en su momento. Gracias por tu generosidad al hablar tan francamente de tu experiencia.
N.R: Millones de gracias a vosotros. Sabéis que os quiero mucho y os agradezco infinito que forméis parte de la #familiaSEN.
La primera respuesta que da Nuria sobre lo que nos pasa me parece bastante acertada aunque yo pienso que en algunas personas se trata de una enfermedad mental y pongo en duda la recuperación cuando es el caso. Ya se ha demostrado que hay una predisposición genética, si no me equivoco. Sin embargo intuyo cierta claridad en su idea de que una verdadera recuperación puede bloquear el paso a la recaída. En mi caso no fue completa y aunque la recaída me ronda después de 3 años en tratamiento, y de esto hace 10 años +o-, ya no voy a caer como antes: ignorante, ciego e inconsciente sobre las consecuencias de la anorexia nerviosa. Sin embargo, siento un ansia loca de adelgazar como si fuera una pequeña fiera atada que quisiera liberarse. Por algo me recetaron antidepresivos de por vida. Y por algo dejé de tomarlos por mi cuenta días antes de recibir el alta.
Tampoco diría que fue bueno atravesar esa etapa en mi vida. No estoy feliz por haber sido un hombre con anorexia en un mundo considerado de chicas adolescentes y mujeres. No me agrada haber perdido la confianza de mi familia. No me gusta que se fijen de contínuo en qué, cómo y cuánto como.
Lo último que me ha sucedido es tener que subirme de nuevo a la báscula en ropa interior, en casa, para demostrar que no había adelgazado. Humillante y obligado por la desconfianza que fabriqué. Tendré que pagar por ello hasta que muera. Y escuchar: «A veces me parece que no te conozco en absoluto.»
Anorexia no es lo mejor que me ha pasado. La muerte lo hubiera sido, pensaba hoy. Y en la adolescencia si hubiera completado el valor necesario para el suicidio. O incluso en la niñez, para qué revivir una adolescencia de mierda. Para qué una vida que aportaría tanto sufrimiento y tan poco al mundo. Mi madre pensó en abortarme y debió hacerlo en lugar de decírmelo a la cara con absoluta tranquilidad. Pero era ilegal. Y los hijos un mandato divino.
En cuanto a los astros … creo que tengo superado eso en mi vida. Si dudo que Dios exista, permítame dudar del efecto del Sol, la luna y marte a lo largo de mi vida, por más que parezca real lo que dicen de mi «las cartas natales». Mas los efectos de la sociedad, el abuso sexual, la soledad buscada y etc, etc, eso sí que te desvía de lo bueno y te hunde en la miseria.
Así que no. No tengo amigos, ni grandes viajes en la memoria, ni practico deportes endorfínicos ni tantas otras cosas. Solo esposa, hija y mascota. Y me basta. Ellas son el alimento que me falta. Si no me las como es porque pican y engordan. Que no. Es broma tonta.
Nota: Los ojos de Nuria y su sonrisa son hermosos. Me alegra mucho su recuperación. Me agradan mucho sus palabras en general.
Felicidades, Nuria.