¿Qué es el anko?
El anko (餡子, あんこ) es una pasta suave y ligeramente dulce elaborada a partir de judías rojas azukis, que se usa tradicionalmente en la repostería de Japón, pero también en China y Corea, y que sirve como relleno para multitud de postres.
Usos en repostería
Una vez cocinado, el anko se puede conservar en la nevera durante una o dos semanas o incluso en el congelador durante más tiempo. Se puede utilizar en postres, desayunos y comidas saladas, haciendo uso de tu creatividad. En la gastronomía nipona, es famoso por servir de relleno de docenas de pasteles dulces como mochis (pastas elaboradas a partir de arroz glutinoso), dango (dumpling elaborado a partir de mochi), anpan (bollo relleno) o dorayakis (doble bizcochillo relleno).
Si nunca has probado el anko, es posible que te sorprenda su sabor, ya que el uso de las judías en preparaciones dulces no es muy frecuente en la gastronomía occidental. Sin embargo, te recomendamos que le des una oportunidad: las azuki, gracias a su textura y sabor naturalmente dulce, funcionan de maravilla en esta típica receta, que puede recordar incluso a la crema de avellanas y chocolate.
Receta de anko paso a paso
Ingredientes
- 250 g azukis secas
- ½ cucharadita bicarbonato de sodio
- 500 g agua filtrada
- 175 g azúcar de coco
- ½ cucharadita miso blanco
Elaboración paso a paso
- Dejar las judías azuki en remojo la noche anterior con media cucharadita de bicarbonato de sodio.
- Al día siguiente enjuagar las judías azuki en agua fría y escurrirlas por completo. Incorporarlas al cazo. Agregar el agua y llevarlas a ebullición cocinándolas hasta que estén completamente tiernas (aproximadamente durante 1 hora).
- Una vez que estén listas, escurrir si están demasiado líquidas y depositar las azuki en el cazo Eschenbach nuevamente. Agregar el azúcar de coco y mezclar con una cuchara de madera hasta que todo el azúcar se disuelva. Llevar al fuego unos minutos más, manteniendo el fuego bajo, para que la mezcla espese.
- Cuando adquiera la consistencia deseada, apagar el fuego, añadir el miso, mezclar y dejar que repose durante 10 o 15 minutos.
- Transferir la mezcla a un procesador de alimentos y triturar hasta que quede completamente suave y sin grumos.
- Verter en un tarro y dejar enfriar sin tapar, así tomará más firmeza. Tapar y conservar en la nevera.