- Alimentación en invierno: consejos para mantener el calor
- Alimentación en primavera: consejos para depurar y activar el cuerpo
- Alimentación en otoño: consejos para remineralizarnos y subir las defensas
- Alimentación en verano: consejos para refrescarnos y sentirnos más ligeros
Alimentación de otoño: calentando motores
Para poder seguir una alimentación de temporada debes aprovechar los alimentos que la huerta te ofrece en cada estación y en el lugar donde vives. Asimismo los estilos de cocción adecuados al movimiento que se produce fuera y dentro del organismo, también te ayudará a sentirte mejor. Si en verano lo ideal es aportar frescor, apertura y dinamismo, ahora que llega el otoño, se busca un efecto más energético, concentrado e interior. Si comienzas desde ya a aportar calor y a generar una energía equilibrada y organizada te adentrarás en el invierno con fuerza y energía. Puedes consultar las frutas y verduras de temporada en este calendario de otoño gráfico y muy práctico.
Consejos para una buena alimentación en otoño
- Comienza el día con frutas de temporada como la granada, la uva o las manzanas en forma cruda y/o en forma de zumos o batidos. Para comenzar a calentarte y aportar más energía por la mañana puedes desayunar también cremas de cereales, mueslis, granolas o porridges y tomar una buen infusión o té caliente como acompañamiento o a media mañana.
- Come a menudo cereales integrales como base de un plato equilibrado, preferiblemente el mijo y el arroz integral y más ocasionalmente la cebada, la quinoa y la pasta integral, te aportarán una buena base energética. Acompañar el cereal de verduras dulces y de raíz te proporciona más calor y apoyará la capacidad de concentración en las tareas diarias. Verduras como la calabaza, el boniato, la zanahoria, los nabos, la chirivía, la coliflor, el brócoli y la remolacha ejercen un efecto calmante y centrador. Por otro lado, el consumo de hojas verdes sigue siendo importante ya que estas verduras nos ayudan a mantener nuestros pulmones limpios.
- Transforma tu forma de cocinar hacia cocciones más lentas y calentadoras, como puede ser a través de los estofados, los salteados más largos, las sopas, las cremas y los hervidos con poca agua, te sentirás más centrado para dar nuestros primeros pasos hacía el invierno con el caldero ya precalentado.
- Añade setas salvajes, actúan como alimentos medicinales y depurativos que aportan ese toque silvestre y ese sabor de bosque a los platos otoñales. Por otro lado, las castañas asadas o cocidas, se pueden incorporar a cremas, estofados, postres y compotas, aportando fibra e hidratos de absorción lenta. Una buena opción es este timbal de setas salteadas.
- Comienza a tomar sopas calientes de miso con verduras de raíz y algas, sopas de pescado, sopas de legumbres, etc… Incluye cremas otoñales en tu menú habitual, te va a remineralizar, depurar y calentar. Si la tomas en la cena, te va a facilitar un sueño plácido y reparador, además de una digestión más liviana. Puedes probar con una receta de sopa de miso y tofu o sopa de batata.
- Disminuye el consumo de alimentos crudos que se pueden sustituir por vegetales escaldados, macerados, prensados y fermentados. Aumenta el uso de condimentos más salados como la sal marina, el tamari, el miso o los pickles de fermentación más larga. Estos alimentos ayudarán a calentar a fondo el cuerpo.
- Puede que te comience a apetecer más las meriendas dulces, es normal en esta época. Las compotas, las mermeladas naturales de frutas de la estación, los boniatos, las calabazas y las frutas deshidratadas proporcionan el dulzor necesario para relajarte por la tarde. Por otro lado, puedes elaborar o comprar amazake, una crema de cereal fermentado, que te saciará de forma muy saludable esta apetencia otoñal por los alimentos dulces.
- Elaborar leches caseras dulces de semillas o frutos secos o bebidas calientes y tomarlas con cúrcuma y especias calentadoras como la canela o el jengibre, te procurarán una buena limpieza, y ayudarán a desinflamar y sentirte más armónicos.
- Los alimentos fermentados repletos de enzimas y vitaminas te ofrecen un papel muy importante, a modo de escoba ayudan a movilizar los depósitos de grasa y mucosidad acumulados debido al abuso de alimentos farináceos, lácteos, alimentos dulces, grasos y muy fríos de los que se suele abusar en verano.
- Los alimentos ligeramente picantes como el jengibre van a ejercer un efecto preventivo, antiséptico y energetizador. Asimismo, las verduras ligeramente picantes como los rábanos, los berros, el cebollino, el puerro y los nabos, rallados o picados, van a ayudar a despejar nuestro pulmones generando movimiento y expectoración.
¡Salud para todos en este otoño recién estrenado!
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¡Muy interesante este artículo! Es importante comer productos de temporada, frescos y locales <3