Macrobiótica en primavera

Macrobiótica en primavera
Consejos macrobióticos de hábitos, alimentos y cocina en primavera.

Macrobiótica en primavera: energía madera

Estas son nuestras recomendaciones para adaptar nuestro cuerpo a los cambios ambientales y energéticos que nos trae este cambio de estación, según la macrobiótica en primavera:

“El trabajo entero de un año depende de un buen comienzo en primavera”*

La primavera es el inicio de la expansión de la vida tras el periodo de hibernación. A través de la macrobiótica podemos aprender cómo alimentarnos de forma acorde a lo que ocurre en la naturaleza que nos rodea. Adaptando nuestra alimentación y hábitos de vida a los acontecimientos climáticos que acontecen según la estación y el lugar donde vivimos, podremos acompañar los procesos fisiológicos que ocurren de forma natural en nuestro organismo. Así, obtendremos una mayor salud y energía en cada estación y un sentido más agudo para detectar qué nos falta o nos sobra.

“La primavera es la temporada clave del año”*

En cada estación hay unos alimentos que crecen y maduran de forma natural y precisamente nos ofrecen lo que necesitamos en ese momento del año de forma óptima. La teoría de los 5 movimientos, que proviene de la medicina y filosofía chinas, considera la influencia de lo que comemos en nuestro estado de salud y relaciona cada ciclo natural con un tipo de alimentación y hábitos. La medicina china, con más de 4000 años de antigüedad, ya consideraba de una forma científica, la existencia de una correspondencia racional entre lo que comemos y nuestra salud.

Consejos macrobióticos básicos para la primavera

  • Elemento vinculado: la madera.
  • Órganos asociados: hígado y vesícula biliar son los órganos que en primavera van a estar más activos.
  • La madera regula la actividad de ligamentos, tendones y musculatura que van a reflejar el estado de salud del hígado. Si hay debilidad en este elemento va a causar cansancio, rigidez y debilidad muscular.

Consejos de alimentación

  • Sabores: los alimentos con un sabor ligeramente ácido y a veces amargo tienen afinidad por el hígado. Estos alimentos en cantidades moderadas tonifican el hígado y la vesícula biliar estimulando así la absorción, la contracción muscular y la circulación de la sangre. También van a ayudar a descomponer las grasas, a favorecer la renovación del hígado y la desintoxicación y a activar el trabajo de la vesícula biliar, mejorando la digestión. ¡La primavera la sangre altera!
  • Alimentos ligeramente ácidos /amargos: alcachofa, endivia, achicoria, escarola, el jugo de limón, la ciruela umeboshi, un toque de vinagre de umeboshi, vinagre de manzana o de arroz.
  • Utilizar a diario alimentos de color verde: los alimentos ricos en clorofila ayudan a depurar y regenerar el hígado. El apio, las espinacas, las acelgas, hojas de col, la rúcula, los brotes, los germinados, la judía verde, el brócoli, los batidos o jugos verdes.
    • Las verduras de crecimiento vertical: es importante que estén presentes la parte verde de la cebolla tierna, los ajos tiernos, el cebollino, las cebolletas, el apio. Son verduras expansivas que ayudan a movilizar y su parte verde nos aportará ese dinamismo que caracteriza la estación primaveral. Algunas de ellas también tienen toques picantes que estimulan el movimiento rápido y la actividad exterior.
    • Los germinados: es la estación ideal para enfatizar el consumo de germinados. Estos representan el periodo de máxima vitalidad y son un ingrediente específico para desbloquear un hígado a menudo congestionado por los alimentos densos consumidos durante el invierno o a lo largo de todo el año.
    • Las hierbas frescas y salvajes: un buen toque de hierbas frescas, si puede ser recién cosechadas, nos procurarán el toque de dinamismo y la chispa primaveral que necesitamos para activarnos en esta época. Gracias a sus amplias cualidades medicinales coleréticas, digestivas, depurativas, antioxidantes y detoxificantes. Plantas como la menta, el perejil, el orégano, el romero, el diente de león, la mejorana, los espárragos silvestres, los ajos salvajes, los tréboles y la borraja coronarán el plato aportándole ese toque de vida silvestre.
Hierbas para usar en macrobiótica en primavera
Dinamiza tus platos añadiendo especias silvestres
  • Los caldos depurativos o las sopas de miso ligeras a base de apio, cebolla, rabanito, algas, setas, nos ayudarán a aligerar, drenar y eliminar toxinas.
  • Infusiones beneficiosas: té de menta, hinojo, romero, laurel, cúrcuma, melisa, manzanilla, salvia y té de tres años.
  • Los alimentos fermentados: los alimentos fermentados como el chucrut o los pickles caseros, tienen una acción también depurativa. Ayudan a eliminar y neutralizar toxinas y residuos, nutriendo las bacterias intestinales beneficiosas reponiendo la flora del intestino grueso.
  • Cereales y legumbres: la cebada es un cereal depurativo, el trigo y el centeno son cereales refrescantes. El trigo germinado y tomado en forma de jugo de hierba de trigo es una forma extraordinaria de renovar la sangre. Por otro lado, el trigo, la espelta o el centeno en forma de pan germinado, ofrecen una forma depurativa de comer algo parecido al pan pero sin crear estancamiento ni tensión en el hígado. En cuanto a las legumbres, el guisante es la legumbre más adecuada para la primavera por su ligereza y facilidad de digestión y la soja mungo por su naturaleza depurativa.
  • Las frutas de la estación son ácidas, llenas de vitaminas y con cualidades depurativas: fresas, níspero, albaricoque, cereza, ciruela.
  • Evitar alimentos densos: los alimentos muy grasos, como los quesos curados que contienen mucha grasa y sal creando acumulaciones duras; y los fritos, los horneados, las carnes y embutidos, los alimentos muy salados y condimentados, obstruyen la energía del hígado y obstaculizan su renovación. Otros como los horneados, concretamente de harinas y grasas (pastas, dulces, galletas) crean también estancamiento. En primavera es conveniente reducir estos alimentos más concentrados y optar por alimentos y cocciones más adecuados.
  • Las cocciones: las cocciones serán más aireadas y vigorizantes, pero al mismo tiempo ligeras. Comenzaremos a destapar la olla y a dinamizar los platos mediante la adición de más agua y aire y la aplicación de cocciones más cortas y con la llama más alta. De esta manera, coceremos parcialmente el alimento y dejaremos una parte semicruda. Vamos a usar en general menos sal, para permitir que los órganos se abran y se relajen. Así, las cocciones de elección serán los salteados, el vapor, el escaldado y el crudo, en pequeñas porciones y dependiendo de la constitución de la persona.
Cocciones suaves de macrobiótica en primavera
Intenta reducir el tamaño de tus raciones, notarás la diferencia

Hábitos beneficiosos

  • No comer por la noche: el hígado trabaja y se renueva por la noche. Cuando cenamos tarde y en demasía lo sobrecargamos y no puede realizar adecuadamente el trabajo nocturno de renovación y de purificación de la sangre. Por ello, es una práctica muy beneficiosa y sencilla no comer ningún alimento después del anochecer. Y si comemos algo, que sea en cantidades moderadas y de naturaleza ligera, como un caldo o unas verduras al vapor. De esta manera permitimos que el hígado y la vesícula se regeneren por la noche y nos ofrecemos un descanso renovador, que se notará en cómo nos sentimos al día siguiente.
  • Comer menos cantidad: si comemos demasiado nos sentiremos cansados y sin energía, sobrecargaremos el sistema digestivo y el hígado. Dedicando mucha energía a digerir y poca energía a otras funciones restaurativas. Solamente tratando de comer menor cantidad de comida, notaremos una gran diferencia.
  • Paseos regeneradores: la primavera es la época para retomar o iniciar el hábito de pasear un mínimo de una hora por zonas de naturaleza. Esto nos recordará el renacimiento de la naturaleza y nos nutrirá nuestra energía de madera. Este hábito nos oxigenará la sangre, ayudará a serenar la mente y activará los movimiento depurativos del hígado. Probablemente, si comenzamos el día de esta manera nos resultará más sencillo continuar cuidándonos el resto del día.

Influencia en los demás elementos

  • El elemento Madera (hígado) genera al elemento Fuego (corazón): si queremos seguir los consejos de macrobiótica en primavera debemos saber que si nos cuidamos y tenemos el elemento madera bien equilibrado, protegeremos también al corazón. Los alimentos ácidos, en su justa medida, son una fuente excelente de flavonoides y de vitamina C que ayudarán a proteger, junto con los alimentos ricos en clorofila, frente a las enfermedades cardíacas y el cáncer.
  • El elemento Madera (hígado) explota a la tierra (bazo/estómago): si comemos un exceso de alimentos ácidos o grasos ocasionaremos problemas e insuficiencias en el sistema digestivo y de absorción de nutrientes (bazo /estómago) por su estrecha relación. En la medicina china cada sistema de órganos influye, genera o aplaca a otro sistema adyacente.

 

“Se visten de muchos colores
huertas, jardines y campos,
se alegran los corazones
se olvidan penas y llantos.”

—  Miguel Ángel Pérez Rojas

*Proverbios chinos

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Aïda Lirola - CONASI - Publicaciones
Naturópata, especializada en cocina saludable. Formada en dietética y nutrición, macrobiótica, dietética china y tradiciones culinarias. Focalizada en los últimos años en la fermentación y la agricultura ecológica. Complementa su vocación y profesión con el estudio y aplicación de la aromaterapia y el ayuno como herramienta de salud. Desde el año 2016, comparte camino, pasión y aprendizaje en conasi como asesora, además de elaborar contenidos y realizar demostraciones de cocina saludable.

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4 comentarios en “Macrobiótica en primavera

  1. Me gustaría que publicáseis el Conasi-Consejo: Macrobiótica en Invierno, pues es la única estación que os falta por publicar.

  2. Buenos días,
    Para los que queremos iniciarnos en la alimentación macrobiótica sería estupendo tener una guía de escuelas presenciales o online que impartan cursos completos en Macrobiótica, no me refiero a monográficos de recetas.
    Un cordial saludo

    Fran

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