Macrobiótica en invierno

Macrobiótica en invierno: elemento agua 

La macrobiótica nos enseña a escuchar nuestras necesidades, los ciclos de la naturaleza y a vivir en consonancia con ellos. Para generar calor interior, conservar la energía y adaptar la macrobiótica en invierno, la sabiduría tradicional nos inspira: 

«Durante los meses de invierno, todos los seres de la naturaleza se esconden, regresan a su casa o entran en un proceso de reposo. Igual que los lagos y los ríos se congelan y cae la nieve, ésta es una época del año en el que el yin domina sobre el yang, de manera que la energía yang debe usarse con sabiduría. […] La actividad mental debe ser mantenida en estado de calma y regulada. La actitud debe ser como si guardásemos un secreto, debemos mantener el cuerpo caliente […]. La filosofía del invierno es de conservación y almacenamiento.»

Retirado del clásico de la Medicina China Neijing 

En invierno, la energía vuelve a la calma. Es el momento más interior del año. La vida está en silencio, latente, esperando las condiciones adecuadas para renacer en primavera. Es un periodo de gestación, a todos los niveles. El elemento o transformación relacionado con el invierno es el agua. El origen de la vida se encuentra en el agua: las primeras formas de vida se dieron en este medio, los fetos se desarrollan en líquido amniótico.  

Consejos macrobióticos básicos para el invierno

La macrobiótica en invierno está asociada, según la teoría de las 5 transformaciones, a una serie de elementos y alimentos:

• Elemento asociado: agua.
• Órganos: riñones y vejiga, que gobiernan el aparato reproductor. También se asocian los huesos, la médula y el mar de la médula o cerebro; el pelo, los dientes, el sistema endocrino y el oído. En Medicina Tradicional China, se habla del riñón endocrino: glándulas de secreción hormonal, gónadas, tiroides y paratiroides, suprarrenales. Se encargan de los órganos sexuales. Estas funciones se debilitan cuando nos hacemos mayores. El elemento agua es el encargado de la vitalidad. Cuando envejecemos, se percibe mucho en este elemento (alzhéimer, demencia senil, sordera, osteoporosis…). La dieta proaging justamente se centra en fortalecer los órganos de agua. 
• Cereal: el trigo sarraceno es el pseudocereal clave de esta estación, aporta calor y energía vital. También la avena calienta bastante y es muy indicada en invierno. El arroz redondo integral, el mijo y la quinoa son neutros, de manera que los utilizaremos todo el año pero en cocciones distintas. En invierno, en cocciones más lentas, potajes e incluso dobles cocciones. 
• Proteína: las judías azuki y legumbres arriñonadas son las proteínas vegetales más indicadas en la estación. 
• Alga: todas son muy indicadas para invierno, pero especialmente el alga kombu. 
• Verduras: raíces, coles (que son verduras más apretaditas) y otras verduras de la estación (todo tipo de crucíferas, endivias, acelgas…). Las alcachofas son muy interesantes en esta época porque nos ayudan a preparar el hígado para la primavera. 
• Sabor: salado, que mueve la energía hacia abajo y adentro, activa y tonifica. En exceso, sobreestimula los riñones, debilita los huesos, la sangre y el corazón; además de poder provocar hipertensión arterial y retención de líquidos. En su justa medida, sin embargo, fomenta la acción, el calor y movimiento. Son buenos ejemplos de salado: la sal sin refinar, el gomashio, el miso, shoyu, tamari, pescado y las algas.  
• Color: negro, ingredientes oscuros y ricos en antioxidantes como el sésamo negro, la col lombarda o los frutos rojos deshidratados. 
• Cocciones: horno, presión, asado, frito y tempura ocasional, cocciones largas, pickles largos, doble cocción (lasaña, quiche o croquetas, por ejemplo)… Deberemos acompañar estas cocciones más largas y ricas en grasas con verdura verde en cocciones cortas para no estancar la energía. 
• Evitar: dulce, alcohol, falta o exceso de sal, demasiada agua, un exceso de alimentos crudos o bebidas frías.

Consejos de alimentación

En la dieta macrobiótica en invierno, se recomienda introducir: 

• Alimentos de naturaleza caliente: trigo sarraceno, avena, ajo en moderación, jengibre, canela… 
• Alimentos de color oscuro: sésamo negro, castañas, judías azuki… 
• Sabor salado suave: algas, miso, tamari, shoyu, pescado… En invierno, se aconseja aumentar ligeramente el consumo de sal y aceite de buena calidad.
• Caldos calientes para nutrir riñones: con jengibre y alimentos que nutran la sangre. 
• Picantes calientes en moderación: ayudan a movilizar la circulación en las extremidades, pero en exceso, si nos hacen sudar, perderemos el calor corporal. 
• Mayor cantidad de granos integrales: aportan vitalidad gracias al germen y su contenido en vitamina E.  
• Época de los potajes. El tradicional potaje vitalidad chino consiste en un guiso con legumbre, cereal integral, algas y al final algún tipo de verduras.   
• Otros elementos indicados para nutrir elemento agua y mantener la vitalidad: daikon y nabos, arroz integral y arroz negro, puerros, nueces, canela, piel de mandarina seca, soja negra, calabaza y semillas de calabaza, brócoli, ortigas, cola de caballo. 

Hábitos beneficiosos en invierno

• Dormir suficientes horas y descansar más, llevando una vida en mayor sintonía con la energía de recogimiento. 
• Practicar ejercicio moderado de forma regular. 
• Mimar la piel y prevenir su sequedad con una buena hidratación, interior y exterior. 
• Incorporar infusiones y caldos calientes, lattes vegetales con bases de verduras dulces y de raíz cocidas (de boniato, remolacha, zanahoria o calabaza… elaboradas con bebidas vegetales caseras y un toque de shoyu o miso, para yanguizar). Evitar las bebidas frías y los cubitos de hielo. En cuanto a infusiones, optar por las que calientan y tonifican (tomillo, jengibre, laurel, romero, kuzu, lotus…), evitando las de naturaleza más fresca (té verde, menta poleo, té o café, por ejemplo).
• Mantener la ingesta de vitaminas elevada, fomentando los cereales integrales, semillas, verduras de la estación, crucíferas y raíces.
• Reforzar el sistema inmunitario con probióticos, suficiente vitamina D, setas, cebollas, ajo, entre otros, para prevenir las infecciones víricas y bajadas de defensas típicas de esta época. 

Influencia en los demás elementos

• El elemento Agua (riñón y vejiga) genera al elemento Madera (hígado y vesícula biliar): una alimentación vital y equilibrada en elemento agua hace que también el hígado esté bien nutrido y en sintonía. Si generamos una buena base en invierno, yang pero sin estancamiento, en primavera podremos florecer de manera natural. 
• El elemento Agua explota a Fuego (agua apaga fuego): un elemento agua descompensado afecta también al elemento fuego. Un exceso de sal en la alimentación puede provocar desequilibrios en el elemento fuego, en el corazón (como la hipertensión).  

Ideas de recetas para macrobiótica en invierno 

• Sopa de miso
• Ramen con shiitake y brócoli
• Miso ramen con fideos soba
• Crema de coliflor con hinojo
• Crema de trompetas de la muerte, coliflor y pera
• Sopa de cebolla
• Coles de Bruselas asadas
• Alcachofas con cebolla y ajo
• Tempura de verduras
• Ensalada templada de espelta con manzana y col lombarda
• Hamburguesas de trigo sarraceno 
• Paella de trigo sarraceno 
• Mini quiches de sarraceno y kale
• Puré de coliflor
• Potaje de avena y verduras 
• Potaje de azukis y kale
• Azukis estofadas con calabaza
• Potaje de garbanzos con arroz y calabaza
• Potaje de legumbres y espinacas
• Hamburguesa de mijo y azukis
• Ensalada de col prensada con nueces y granada 
• Salteado largo de col lombarda y manzana
• Salteado de col verde, cebolla e hiziki 
• Arroz caldoso integral vegano
• Risotto vegano de brócoli y champiñones 
• Risotto vegano de alga wakame
• Pan de trigo sarraceno
• Seitán encebollado
• Peras rellenas de crema de avellanas con salsa de algarroba 
• Tarta de manzana volteada
• Crumble de manzana y arándanos 
• Estofado dulce de invierno
• Cobbler de frujos rojos
• Manzanas al horno 
• Mermelada de castañas
• Pudin de pera y cacao

Es mediodía. Un parque.
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramas esqueléticas.
Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.
Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
«¡El sol, esta hermosura
de sol!…» Los niños juegan.
El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.

Sol de invierno (1907), Antonio Machado