
En otoño necesitamos volver a recargar las pilas, reorganizarnos y ponernos en marcha para reemprender nuestras actividades cotidianas. Los alimentos que nos ayuden a centrar, a relajar y a recuperar la energía, serán de mucha utilidad para volver a hacer frente a la variabilidad de la nueva temporada. El dulzor bien equilibrado es un buen aliado para tal fin. Los dulces de otoño nos ayudan, naturales y elaborados con procesos saludables, a comenzar a calentarnos y a aclimatarnos para la llegada de las primeras bajadas de temperatura. Y también nos permitirán recogernos y adaptarnos a la disminución de la luz.
Dulces de otoño para aclimatar nuestro cuerpo al frío
En esta época del año caracterizada por la variabilidad del tiempo y la luz, es importante cambiar el tipo de alimentación y comenzar a templar nuestro organismo. Si continuamos con la alimentación refrescante propia del verano, podemos debilitar nuestras defensas y acumular demasiada humedad. Por eso recomendamos no abusar de las frutas crudas, helados, zumos y batidos fríos. Y recomendamos también comenzar a calentar los dulces para no enfriarnos, ya sea añadiéndoles especias, sal marina, cociéndolos al vapor, en forma de compotas, tartas o pasteles saludables.
El otoño es, sin duda, la estación en que nos comienza a apetecer más el dulzor, y es el periodo más dedicado a la cosecha y recolección. Nos llegan los últimos y más dulces melocotones, higos, ciruelas, moras y frambuesas. Asoman las más sabrosas uvas, las manzanas y las peras más frescas, los aromáticos membrillos, los melosos caquis y las depurativas granadas comienzan a madurar. Las frutas más dulces del año adquieren ahora su mayor protagonismo y nos preparan recargándonos de antioxidantes y fitoquímicos para hacer frente al invierno. También nos llegan los mangos, los aguacates y las chirimoyas, que provienen de las zonas más cálidas de la península y nos traerán el aroma y la cremosidad de las últimas reminiscencias de la calidez veraniega, que ya llega a su fin.
Las verduras también aportan dulzor en otoño
La calabaza y los boniatos adquieren también ahora su mayor protagonismo. Bien cocinados, ya sea al vapor, estofados, al horno, en compotas o incluso en deliciosas tartas, cremas y batidos, nos calentarán, nos aprovisionarán de energía y endulzarán nuestra vida creando la exquisita y placentera armonía que reclama el final del verano. La chirivía, la remolacha y la cebolla bien cocinadas en forma de compotas también nos endulzarán de forma suave y nos aportarán energía y calma.
No nos olvidemos de los vigorizantes y sencillos frutos secos, que se cosechan justamente en esta temporada y nos servirán como base perfecta para preparar ricas meriendas, cremas, tentempiés, bases para tartas, trufas, barritas energéticas etc. Nos surtirán generosamente de minerales y energía duradera. Hablamos de las castañas, las nueces, las almendras y las avellanas. Son todos ellos frutos de proximidad y de temporada que servirán como precalentadores y fortalecedores para pasar el invierno.

Alimentos y recetas dulces para el otoño
Alimentos e ingredientes dulces
- Verduras dulces de otoño: zanahoria, calabaza, boniato, chirivía, cebolla, remolacha, hinojo, patata.
- Frutas de temporada otoñal: manzana, pera, uva, caqui, higos, membrillo, moras, frambuesas, granada.
- Frutas deshidratadas: orejones de albaricoque, dátiles, uvas pasas.
- Cereales: el mijo y la avena son cereales dulces que calientan el organismo. El arroz integral también aporta dulzor y ayuda a regular la temperatura corporal.
- Legumbres: las legumbres como el garbanzo, las azukis o soja en forma de tofu también se pueden usar para elaborar postres y aportan un sabor ligeramente dulce.
- Endulzantes naturales: las melazas de cereales y la miel nos ayudarán a dar un toque de dulzor a nuestros postres aportando minerales y enzimas.
- Fermentados: el amasake es una crema fermentada a base de cereal que nos aporta un dulzor tibio, con un ligero toque ácido y nos puede ayudar a saciar la ansiedad por el dulce sin desequilibrarnos. Se puede usar para endulzar tartas, galletas, cremas, batidos. Servido tibio o caliente es muy nutritivo.
- Frutos secos de temporada: nuez, almendra, avellanas y castañas.
- Especias dulces de otoño: canela, anís estrellado, comino, regaliz.
- Espesantes: el kuzu y el arrurruz tonifican y permiten espesar los dulces para que queden cremosos.
- Complementos: el zumo de manzana y las leches vegetales son muy útiles a la hora de preparar tartas, glaseados, salsas, almíbares o simplemente para endulzar.
Compotas y mermeladas
Las compotas con frutas de temporada elaboradas con una pizca de sal, poca agua y la fruta al natural son ideales para saciar la necesidad de dulce y comer con pan, crackers, tortitas, galletas o solas como si fueran un yogur. Según la fruta, si es ácida como la mora o la frambuesa, podemos añadir un poco de endulzante natural en pequeña proporción: ágave crudo, azúcar de coco, o bien frutas secas deshidratadas como los orejones de albaricoque o los dátiles o frutas dulces como la manzana o la pera:
- Mermelada de boniato
- Compota de castañas
- Mermelada de moras
- Compota de manzana
- Mermeladas ligeras y rápidas

Frutas y verduras cocidas, asadas al horno o al vapor
El dulzor natural de las frutas y las verduras se realza cociéndolos con muy poca agua o sin agua y con una pizca de sal. Los hervidos prolongados con poca agua y el horneado también realzan el dulzor natural de los alimentos. Por otro lado una cocción al vapor corta y suave puede servir para darle un punto de calor a la fruta si no queremos que nos enfríe demasiado.
- Boniato al vapor con canela
- Peras al aroma del anís estrellado
- Natillas de calabaza al vapor con azafrán
Flanes o “pastelitos” de agar-agar con frutas/verduras de otoño
El agar-agar de frutas es una técnica muy interesante para crear meriendas dulces y saludables. Esta receta es ligera, fácil de preparar y es ideal para sustituir los yogures o postres lácteos. Se trata de hacer una compota con frutas (se puede añadir alguna fruta seca o frutos secos), una pizca de sal y poca agua y al final de la cocción añadirle un poco de agar-agar para que cuaje. Si se desea, posteriormente se puede triturar y dejarla enfriar en moldes o vasitos.
Tartas de frutas y verduras
El otoño es la época ideal para comenzar a calentar los fogones para preparar deliciosas tartas. No recomendamos tomar a menudo horneados a base de harinas, sobre todo si tenemos una condición digestiva debilitada o queremos depurar. Pero compartir de vez en cuando una tarta sana elaborada en casa, por ejemplo en el fin de semana, puede aportarnos mucha calidez y satisfacción. Es la temporada idónea para preparar dulces tartas calabaza, de manzana con canela, de pera con frutos secos, de boniato, incluso de caqui o uvas:

Repostería cruda
Y si no queremos usar los fogones también hay recetas deliciosas que mantienen las enzimas y los nutrientes frescos y vivos, sin cocción:
- Tarta de higos y yogur de anacardos
- Bolitas energéticas de te matcha
- Porridge de otoño
- Bolitas crudiveganas
Batidos o zumos con frutas y verduras de temporada
Podemos seguir preparando zumos y batidos si notamos que nos sientan bien y si el clima acompaña. Usando las frutas y verduras de la temporada y teniendo en cuenta que las frutas enfrían más que las verduras y que las verduras son más equilibradas y depuran más. Para que los zumos y batidos no sean tan enfriadores podemos añadirles jengibre, canela, cúrcuma y/o pimienta para calentarlos un poco. Ensalivarlos muy bien y calentarlos en la boca también es una forma muy efectiva de evitar su efecto enfriador extremo.
me encanta este artículo!
Me encantaría aprender más recetas.